MAJESTUOSA GODELLO. Luis Moreno Buj / StylusVinum.com /
La Godello se ha cultivado en Valdeorras desde tiempos antiguos para consumo local. Pero no han remontado el vuelo de la calidad hasta que se le prestó la debida atención a su cultivo y se la trató con las técnicas de vinificación más específicas.
Tras la devastación que sufrió el viñedo a causa de la filoxera se replantaron otras varietales, como las Palomino y Garnacha Tintorera que, con el clima oceánico de Galicia, producen una gran cantidad de kilos de uva que era destinada a la elaboración de graneles mediocres.
La Godello casi llegó a desaparecer en esta comarca, hasta que un pequeño grupo de técnicos y de viticultores apostaron por ella. Los hermanos Guitián replantaron en 1985 sus 12 hectáreas de viñedo con clones seleccionados de Godello en la ‘Finca A Tapada’, en Orense. Enseguida la vieja vid autóctona demostró su nobleza para elaborar excelentes vinos.
Desde entonces no han dejado de experimentar con la varietal reina de la DO Valdeorras y junto a su ‘Guitián Blanco Joven’ elaboran unas marcas de renombre internacional, como el ‘Godello Sobre Lías’ o el ‘Fermentado en Barrica’ de roble francés.
Las añadas excepcionales José Hidalgo, director técnico de esta bodega y uno de los principales responsables del resurgir de los vinos de esta zona, fermenta las mejores uvas de la Finca en barricas de acacia. Esta madera es menos rica en taninos que la de roble y respeta las características frutales y florales propias de la varietal; no transmite aromas de coco o vainilla, sino sutiles recuerdos de maderas aromáticas como el sándalo o el incienso. Los vinos resultan más armados, con mayor volumen y cuerpo, por la riqueza de polisacáridos que contiene esta madera, de la que se extrae la goma arábiga. Hidalgo también la prefiere de tostado moderado, “para evitar la deformación aromática que produce cuando está muy tostada, con notas a humo y carbón que pueden desvirtuar los aromas varietales procedentes de la uva”.
El Guitián Fermentado en Barrica de Acacia de 2009 es de color dorado y tiene un aroma intenso, muy particular, complejo, con recuerdos de fruta blanca y de hueso, como a piel de albaricoque poco maduro, cítrico y floral, arropados por una suave atmósfera de maderas exóticas. En boca es denso, untuoso, goloso, es muy amplio, como pocos vinos atlánticos lo son, y largo, con una magnífica acidez.
Guitián en Barrica de Acacia 2009: 24 Euros
