Restaurante Malkebien
Carrer de Sant Domènec Savio 39, 46019 València
Teléfono: 963 661 780
Menú de entresemana 12 € IVA incluido, y 19 € los fines de semana y festivos, siempre con bebidas aparte.
Página Facebook del Restaurante Malkebien
DESPUÉS DE VARIOS AÑOS OFRECIENDO CENAS Y LAS MEMORABLES TEMPORADAS DE GADHUS, ALFONSO GALLEGO DOS SANTOS Y ELENA TORTAJADA ABREN SOLO A MEDIODÍA EN MALKEBIEN
Alfonso Gallego Dos Santos y Elena Tortajada abrieron en 2005 el restaurante Malkebien, un modesto local ubicado en el barrio de Torrefiel, en el distrito de Rascanya, cerca de la antigua carretera de Barcelona, antesala de la huerta norte de València.
Allí comenzaron con la fórmula de casa de comidas, ofreciendo menús a medio día. Después abrieron algunas noches con una propuesta integrada por un interesante menú degustación en la que sus platos de cocina creativa y de producto a precios muy comedidos enseguida llamaron la atención de los vecinos… y se corrió la voz.
Sin abandonar este local se embarcaron en Gadhus, un proyecto de cocina más sofisticada que abrieron primero en la población de Rocafort y después en la Galería Jorge Juan de València junto al Mercado de Colón. Dos solventes cocineros como Richi Goachet y Javier Linares formaron parte de su equipo. Una lástima que ambas ocasiones no tuvieran continuidad.
Malkebien continúa abriendo en el local de siempre, pero solo abre a medio día con sus menús que le han dado fama, cocina popular en los que siempre destaca el toque distinguido sin falsas pretensiones que les caracteriza. La influencia portuguesa es apreciable, con toques de la cocina de fusión practicada durante los últimos años. Además las personas celíacas y con intolerancia al gluten tienen aquí un lugar recomendado por celiaquitos.com
La decoración es moderna y desenfada, cuentan con buena vajilla y un excelente servicio, amable y profesional. El apartado de los vinos no defrauda, déjense aconsejar, y cuenta con interesantes referencias de Portugal entre las que no faltan sus excelentes vinos de postre.
Hace un par de días, el domingo, comimos allí un menú que comenzó con unas empanadillas japonesas, gyozas de lacón y morcilla.
De primero elegimos el crujiente de salmón con langostino y salsa americana, un paquete relleno del pescado con verduras, queso de cabra y huevo poché. Combinación de texturas, con sabor. Buen comienzo con un plato divertido y consistente. Como opción había paella valenciana, pero habíamos comido arroz el día anterior y sedujo más este plato.
Probamos una versión de Bacalhau à Brás, o Bacalhau dourado, una de las recetas más famosas de la cocina portuguesa, que compartimos. El bacalao salado es el protagonista, con huevo revuelto y patatas paja, que aquí se sustituyeron por crujientes de chirivía, siempre acompañado de aceitunas negras.
De segundos algunos fuimos directos, de nuevo, al bacalao, un producto estrella en Malkebien, bien desalado y jugoso, con crema de espárragos al wok y espaguetis de lombarda.
Mientras que otros eligieron el magret de pato con salsa de peras y mostaza.
A los postres llegaron, entre otras destacables opciones, sus célebres torrijas con horchata, hecha por ellos mismos con chufas de la cercana huerta Alboraia.
Su versión de brownie, apto para celíacos chocolateros.
Y los vinos…
Comenzamos con el Campolargo Arinto Barrica Branco 2017 , Con notas de frutas confitadas, miel y ahumados. Fresco, seco, con toque cítrico y amargoso de pomelo, mineral y salino. Para recordar otro día.
“Vinhos auténticos, sem maquilhagem”, vinos sin maquillajes, como dice su elaboradora. Filipa Pato, Post Quercus Baga 2015, 50cl. Hecho en tinaja, muy fresco, ligero, con cierta rusticidad y solo 11 %Vol. Muy adecuado para el tipo de cocina que se hace en Malkebien ya que no se apodera del plato, limpia el paladar y se disfruta del vino. Aroma a frutas rojas, mineral, arcilla. Ligero, fresco, seco, tanino medio, cierta rusticidad, fruta fresca, herbáceos y mentolados. Su natural personalidad se va imponiendo, gusta más a cada copa.
Bacalhôa Moscatel de Setúbal 10 años Superior. Gran equilibrio entre dulzura, que no empalaga, y acidez. Aroma varietal intenso a azahar, cítricos, mermelada de naranja amarga, con recuerdos a frutos secos, pasas, higos y nueces, delicia que llena el paladar y detiene el tiempo. Una copa, no es suficiente.
Pintas Porto Vintage 2015, había que descorcharlo para probarlo y constatar que no debíamos haberlo hecho. Un Porto que tiene muchos años por delante y que desprende aroma intenso a frutas rojas y negras confitadas, especias, balsámicos y cacao. Con un paladar portentoso. Ideal para una larga sobremesa.