La misión de un vino. Acontia, Bodegas Liba y Deleite

La misión de un vino. Acontia, Bodegas Liba y Deleite, Maite Geijas, www.globalstylus.com

La pasión que Maite Gueijo siente por el vino le hizo pasar del final de la cadena profesional, que como sumiller asesoraba y atendía al consumidor, a los primeros eslabones como viticultora, elaborando vinos en Ribera del Duero y ToroLuis Moreno Buj – @luismorenobuj  / StylusVinum /

Maite Gueijo comenzó en el establecimiento familiar, el Restaurante Cervantes, en Valladolid, hoy desaparecido pero que hace 20 años llegó a lucir estrella Michelín y a ofrecer más de 40.000 referencias de vino en su bodega, que albergaba emblemáticos Castillo Ygay de 1925 o Vega Sicilia Único de 1936 junto a las etiquetas francesas de mayor prestigio. La jubilación del cosechero que les servía el vino de la casa les llevó a comprarle el viñedo y se convirtieron en productores, primero para el servicio del propio restaurante y poco después para exportación.

En 2006 Gueijo y su marido, Roberto Martín, iniciaron la distribución de sus vinos a nivel nacional, a la vez que desde entonces utilizan de manera exclusiva barricas de roble español de los bosques del valle de Azkoa, en Navarra. Eligieron este tipo de madera por el sabor y textura diferentes que aporta a los vinos, una de sus señas de identidad. Según Gueijo, “el roble albar español -Quercus petraea- desarrolla especiales aromas a torrefactos, como los del café o el pan recién horneado que tanto nos gustan, más agradables que los de robles de otras procedencias”. Además el roble español tiene un nivel muy bajo de elagitaninos, esos taninos “malotes”, indeseables y secantes que enmascaran el carácter frutal de la uva. Y es que “cuando se llega a cierta edad no es el cuánto, sino el cómo”, nos comenta.

La misión de un vino. Acontia, Bodegas Liba y Deleite, www.globalstylus.comLa misión de un vino. Acontia, Bodegas Liba y Deleite, www.globalstylus.comEn el campo también trabajan de manera un tanto especial, como es hoy en día labrar con acémilas y caballos percherones las 80 hectáreas de viñedo de su propiedad que reparten entre las zonas de Ribera del Duero y Toro. La precisión de esta labor preindustrial les permite pasar la reja muy cerca de cada cepa y volcar la tierra sobre ella, con lo que queda semienterrada durante el invierno. Esto favorece la proliferación de levaduras autóctonas y mejora el drenaje de la tierra a la vez que se obliga a la planta a profundizar en el subsuelo.

Uno de los vinos más emblemáticos es el Acontia que elaboran en Ribera del Duero, un Tempranillo con 12 meses de barrica. El ACONTIA de 2011 es de color rojo picota de capa alta, en el que se perfilan aromas frutales que recuerdan las cerezas y las bayas silvestres sobre un marcado fondo torrefacto y especiado. Paladar fresco, con cuerpo, taninos maduros, sabroso, vuelven las sensaciones percibidas en el olfato, con un postgusto largo y profundo al que le vendrán muy bien unos meses más de permanencia en botella. Los Acontia quieren ser  vinos para disfrutar, con personalidad pero que se entiendan, que sean agradables y fáciles de beber. Esta es su misión.

Acontia 2011, Ribera del Duero 12 meses: 15 €

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