LA BODEGA DE PINOSO, ALICANTE.
Luis Moreno Buj, StylusVinum.
Existe una demanda creciente de vinos procedentes de agricultura ecológica, sobre todo por parte de países del centro y norte de Europa, donde un público con buen poder adquisitivo y sensibilizado por el medio ambiente constata que, además, este tipo de producto es más saludable.
En la actualidad España cuenta con la extensión de viñedo más grande del mundo con 1,2 millones de hectáreas, pero ocupa la segunda posición con unas 31.000 hectáreas de dicadas al cultivo biológico, por detrás de Italia y muy cerca de ser alcanzados por Francia.
La Bodega de Pinoso, en la comarca alicantina del Vinalopó Mitjà, tomó la determinación de trabajar en cultivo ecológico una parte importante de sus viñedos a finales de la década de los años 90 del pasado siglo, en una época en la que también emprendió la modernización de sus instalaciones y el desarrollo de una red comercial propia.
En la actualidad esta sociedad cooperativa es la principal empresa productora de vinos de cultivo biológico de toda la Comunidad Valenciana, con 1,7 millones de litros producidos en la pasada campaña con el sello que acredita su procedencia.
Javier García es el director técnico y asegura que resulta fácil trabajar en el campo con la Normativa Europea de Producción Ecológica al disponer de muchas horas de sol y baja pluviometría. Los costes de producción no son mayores que los de la agricultura habitual, al no regar, abonan sólo con compost natural, aplican menor número de tratamientos y las plagas de polilla las controlan con técnicas de confusión sexual. Al principio los socios tenían reparo a los trámites burocráticos, pero desde la cooperativa se realizan todas las gestiones y el cobrar un 20% más sobre el precio medio de la uva anima a algunos viticultores a creer en la conveniencia de mostrarse respetuosos con el medio ambiente.
Entre los vinos que elaboran destaca el tinto joven Vergel, hecho con Garnacha Tintorera, Merlot y Monastrell, que ofrece un resultado elegante, moderno y armonioso. Para su elaboración han contado con el asesoramiento de Jean Natolí, enólogo francés que goza de gran reputación en el mercado internacional.
Otro de los vinos importantes de la bodega es el que conmemora el año de fundación de la sociedad, el Pontos 1932, que contiene lo mejor de sus viejos viñedos de Monastrell, representativo del mejor estilo actual de los vinos de esta zona. De color oscuro con ribete violáceo, aroma intenso, a fruta roja madura, ciruelas negras, cacao y suaves tostados que revelan un precisa crianza en barrica. En boca tiene muy buena entrada, se muestra equilibrado, con buena fruta, es sabroso, de cuerpo medio y unos taninos maduros de tacto agradable al paladar. Un vino en el que se ha practicado un buen ejercicio de actualización de la Monastrell, representativo del mejor estilo actual de los vinos de esta zona.
Pontos 1932 cosecha de 2008: 12 euros
Vergel tinto joven: 6 euros
www.labodegadepinoso.com
www.caecv.com
