La Fundación Bancaja de València celebra su décimo aniversario con una extensa exposición de Manolo Valdés. Una retrospectiva con más de 150 obras que invita a conocer tres décadas de fértil trayectoria artística. Un amplio recorrido por la libre interpretación y contextualización que el creador valenciano afincado en Nueva York hace de la historia del arte. Carmen Pastor / StylusArt /
A sus 75 años, Manolo Valdés (Valencia, 1942) desborda energía. La retrospectiva que la Fundación Bancaja dedica a sus más de 35 años de trayectoria artísitica en solitario transmite fielmente el talento y la maestría de un creador que goza de un merecido prestigio internacional. Un artista que sigue disfrutando de su trabajo como un niño y a quien oyéndole te lo puedes imaginar subiéndose a la escultura que recibe al espectador, un Micki Mouse que lleva a su novia de paseo en moto. El artista valenciano dice no ser consciente del paso del tiempo, ni de su edad, “voy al estudio las mismas horas y con la misma ilusión. Y espero seguir haciéndolo”.
De la selección de las más de 150 piezas que componen Valdés. Visión personal se ha hecho cargo el catedrático de Historia del Arte Kosme de Barañano, comisario de la exposición y gran conocedor de la obra de Valdés. Barañano se presenta como el cocinero de la muestra, un cocinero que asegura contar con muy buena materia prima: “Si el menú está bien hecho lo valorará el espectador, el producto de partida es excelente, así que si hay algún defecto es cosa del cocinero”. Valdés confió en su criterio porque asume la dificultad del proceso de selección. “Yo no lo hubiera podido hacer, por falta de neutralidad. Hubiera tenido mis manías” , puntualiza. Y ante el resultado brota de nuevo el entusiasmo: “Es una satisfacción ver que obras de hace solo unos meses coexisten bien con otras que hice cuando tenía 50 años, me dan ganas de irme al estudio a seguir trabajando. Y lo que he visto que me ha gustado menos he pensado que, cuando vuelva a Nueva York, lo voy a mejorar. Me llevo esa energía”.
Aunque la muestra no sigue un orden cronológico al uso, arranca con dos salas que recogen las obras post Equipo Crónica, los primeros años de Valdés en solitario. Hay un pimer criterio de selección, explica Barañano, que fue agrupar “las obras de los 80 y los 90, las más conocidas por el público valenciano. El segundo es más temático, mezclando disciplinas por temas”. Es en esta parte donde se encuentran las creaciones más recientes, muchas de ellas inéditas. El recorrido parte de iconos de los 80, esculturas en madera como las Meninas (variaciones sobre Velázquez) o las Bañistas (variaciones sobre Picasso) para, posteriormente, evolucionar hacia su escultura más reciente y hacia la experimentación con nuevos materiales.
Al margen de esa evolución, la exposición está marcada por un denominador común en la trayectoria del artista. Valdés sigue fiel a sí mismo, a encarar sus obras como una recreación y contextualización de iconos de la historia del arte”.
Un proceso creativo que el propia artista describe así: “El arte de cada época siempre tiene elementos del pasado, el arte siempre se sucede, el arte es una suma permanente. Yo no puedo concebir una obra de Matisse como pretexto sin el tiempo entre él y yo, sin un cambio de escala y de materia, sin una experiencia”. Sus influencias, puntualiza, “van por temporadas”, y aunque asegura que no son siempre grandes figuras, tiene maestros de cabecera como Matisse o Velázquez, que siempre le acompañan.
Pese a la extensión, no es la retrospectiva más amplia que se ha hecho de la obra de Valdés, pero sí la más completa pues como asegura el presidente de la Fundación, Rafael Alcón, es la primera vez que “se presentan en un mismo espacio todas las disciplinas en las que el artista se ha expresado, desde la pintura y escultura hasta el grabado o las artes decorativas”. El 7 de noviembre la fundación Bancaja cumple 10 años y lo celebra, añade Alcón, con esta extensa muestra de “un artista valenciano de reconocido prestigio internacional”, quien hace un año ya estuvo representado en estas mismas salas en la exposición dedicada al Equipo Crónica.
La muestra coincide en el tiempo con la exposición de esculturas de Valdés en la Ciudad de las Artes y las Ciencias. El artista niega que sea un homenaje tardío a su obra por parte de su ciudad natal y asegura que su relación con Valencia “siempre ha sido buena, siempre he recibido muestras de afecto y reconocimiento”.
Con motivo de la exposición se ha editado un catálogo que, junto a la reproducción de las obras presentadas en la muestra, presenta un ensayo de Kosme de Barañano que analiza e interpreta la obra de Valdés. Además, como es habitual en la Fundación, se han programado actividades complementarias que incluyen talleres de arte gratuitos dirigidos a escolares, personas con diversidad funcional y personas en riesgo de exclusión social. También se ofrecen visitas guiadas gratuitas los viernes y sábados a las 19 horas. La muestra estará abierta al público hasta el 25 de marzo de 2018.
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