Si acompañamos el queso con nuestro vino preferido la mayoría de las veces disfrutaremos de ambos, pero si se dispone del tiempo y del interés suficiente resultará aún más agradable descubrir quiénes son sus mejores aliados / StylusVinum /
Está extendida la idea de que el vino tinto es el más adecuado para acompañar el queso, siendo así en muchos casos, sobre todo con los más fuertes y curados que toleran los taninos y necesitan vinos con cuerpo y cierta fortaleza. Pero lo cierto es que son los blancos, en una gama muy extensa de tipos, los que combinan mejor con la mayoría de los quesos.
La Comunitat Valenciana cuenta con una larga tradición quesera, destacando por disponer de algunas elaboraciones de las más singulares de todo el país. El tradicional formato de Servilleta, Tronchón, Cassoleta o el queso de Nucía son algunos de los ejemplos de quesos autóctonos, que gracias al esfuerzo de los productores no se ha perdido.
Muchos de estos quesos son frescos o de corta duración, a base de leche de oveja y de cabra, ganaderías bien adaptadas a la zona; pero también en la Comunidad Valenciana hay especialidades de quesos madurados lácticos o de corteza húmeda, elaborados con leche cruda o pasteurizada, desde El Maestrazgo hasta la costa.
El pasado martes 30 de junio se celebró en Valencia la presentación de “Blancos de Rioja & Quesos de la Comunidad de Valencia”, organizado por el C.R.D.O.Ca. Rioja. El acto consistió en una cata-maridaje de 7 vinos blancos de la denominación de origen Rioja con 7 quesos valencianos para poder comprobar la armonía que existe entre ellos. La cata estuvo dirigida a prensa generalista y especializada de Valencia, así como a sumilleres y distribuidores, en el Restaurante Casa Vicent, en la ciudad de Valencia.
Ha sido un encuentro perfecto en el que se desmontaron algunos mitos, entre ellos que los quesos con quien combinan bien son con los vinos tintos. La frescura de estos blancos y su bien equilibrada acidez, en combinación con los quesos, limpiaban el paladar, refrescaban y permitían reafirmar las virtudes y cualidades organolépticas de los quesos. Por parte de la D.O. Ca. Rioja se presentaron siete vinos, desde jóvenes a fermentados en barrica y con crianza.
Y es que la tradición de vinos blancos con crianza en barrica es muy antigua, aunque la fama y la imagen que se ha tenido de los vinos de Rioja era de tintos. Pero en 2005 el Consejo Regulador tomó la decisión de recuperar la elaboración de blancos e inició una estrategia de introducción de algunas varietales blancas internacionales y de recuperación de algunas autóctonas minoritarias.
Por parte de los quesos de la Comunitat Valenciana llegaron siete elaboraciones procedentes de leche pasteurizada y cruda de cabra y oveja.
Los primeros en cogerse del brazo fueron Conde de Valdemar 2014 con el Queso Picarcho La Sabina. El vino es uno de los primeros ejemplos de la participación de la Verdejo (15%) junto a la Viura (85%). Hecho por Bodegas Valdemar, en Oyón. De aroma intenso a fruta madura, manzanas verdes, recuerdos vegetales, fresco, goloso ligero, sabroso y frutal. Con el queso Picarcho de quesería La Sabina, hecho con leche cruda de cabra en Camporrobles. De aroma suave, lácteo, tierno, con un toque vegetal amargoso. La acidez láctica del queso combinó bien con la sensación golosa del vino.
Siguieron Nivarius 2013 con el queso Hererat de Pere. Un interesante vino hecho con Tempranillo Blanco (55%) y Viura %), criado sobre lías durante 6 meses en fudres de roble francés. Hecho por Bodegas Nivarius, de Grupo Palacios Vinoteca, en Nalda. Aroma de media intensidad, fruta banca, suaves especial, con suave recuerdo ahumado, floral y fondo mineral. Con buena entrada de boca, cuerpo ligero, cierta untuosidad, fresco y sabroso. Con un queso, el Heretat de Pere, hecho con leche cruda de cabras seleccionadas de la raza Murciana-Granadina. Al corte se presenta de color marfil, con pequeños agujeros irregulares, con una pasta de humedad media que se parte con facilidad. Su aroma es intenso, a leche de cabra limpia y fresca, con un paladar en el que se aprecian los sabores aportados en su maduración en cava subterránea, con recuerdos a hongos y a bosque en un día lluvioso. Combinó la sedosidad del vino con la sensación terrosa del queso. Hecho por Quesos La Heretat, en Quatretonda.
Ijalba Maturana Blanca 2014 con queso de Servilleta La Sabina. Único vino del mundo elaborado con esta varietal por Bodegas Viña Ijalba, en Logroño. De Aroma sutil, elegante, frutal, floral, vegetal, goloso, cierta untuosidad, justa acidez. Y el queso un punto salado, cremoso, suave y persistente, hecho con leche pasteurizada de cabra. Quesos La Sabina.
Gómez Cruzado 2014 y queso Extramuros Los Corrales. En el vino domina la Viura (85%), junto a la Tempranillo Blanca (15%). Hecho por Bodegas Gómez Cruzado en Haro. Acabada la fermentación la mitad del vino tiene una permanencia de 5 meses en barricas de roble francés, y la otra mitad en depósito de hormigón. Aroma sutil a fruta blanca crujiente, floral, balsámico. Buena entrada de boca, con cierta untuosidad, fresco, equilibrado, sabroso, con recuerdos tostados. El queso es de leche cruda de ovejas, de pasta dura y coagulante vegetal. Tiene aroma de buena intensidad, elegante, a crema y buen carácter lácteo. Buena entrada de boca, suave, con personalidad, recuerdo a cereal, largo postgusto. Hecho por la quesería Los Corrales, una de las más interesantes a nivel estatal, elaboran en Almedijar.
Campillo Blanco Fermentado en Barrica 2014 con queso Tronchón Los Corrales. Monovarietal de Viura, fermentado en barricas nuevas de roble francés durante 20 días, con un posterior trabajo con las lías durante 41 días más con batonages periódicos. Hecho por Bodegas Campillo en Laguardia. Aroma de buena intensidad, especiado, tostados, fruta blanca. Ligero en el paladar, fresco, final ahumado. El queso también de Los Corrales, como el anterior. En esta ocasión un Tronchón de formato tradicional, leche cruda de cabra, coagulante vegetal, de pasta dura. Un queso de aroma y sabor intensos, cremoso, ligeramente picante.
Sonsierra Fermentado en Barrica 2013 con queso Dama. Un blanco también elaborado exclusivamente con Viura. Fermentado sobre sus lías en barricas nuevas de roble combinado francés y americano, con batonages regulares durante 4 meses. Hecho por Bodegas Sonsierra en San Vicente de la Sonsierra. Aromas de buena intensidad, tostados, ahumados y especiados, sobre un fondo de fruta blanca. Boca ligero, fresco, amargoso y largo. El queso Dama está hecho con leche cruda de oveja y fermentación ácido-láctica, con corteza natural enmohecida, por Quesos Artesanos La Loma, en Elche. Aroma cremoso, cierto recuerdo a lana limpia, largo postgusto.
Y cerraban Onomástica Reserva 2011 con queso Tot del Poblet. Un blanco Reserva hecho con Viura (100%), con una permanencia de 24 meses en barricas de robles francés y americano. Crianza sobre lías en fudres de roble francés durante 6 meses. Aroma intenso, con suaves especias, aparecen terciarios, frutos secos y suaves tostados. Con buena boca, potente, untuoso, elegante. Una magnífica combinación con el Tot del Poblet, un queso de pasta dura y corteza natural hecho con leche cruda de ovejas en Les Coves de Vinromà. De aromas y sabor potentes, elegante, recuerdo a frutos secos, sabroso y equilibrado.
La cata fue dirigida por Guillermina Sánchez, una reconocida especialista en quesos y vinos; junto a Enrique Calduch, periodista especializado en vinos. Según Sánchez “los vinos blancos combinan mejor con la mayoría de los quesos porque respetan más los aromas lácticos”. Grandes quesos valencianos y grandes vinos blancos de Rioja en una combinación perfecta.