DESAFÍO EN CARIÑENA, por Luis Moreno Buj.
La Chardonnay es una uva prestigiosa que se adapta bien casi a cualquier clima y terreno, dando buenos o aceptables resultados.
No es la más abundante, el primer lugar en extensión de cultivo de uva blanca lo ocupa la manchega Airén, pero la Chardonnay sí es la más extendida a nivel global. Originaria de Borgoña, donde se hacen con ella algunos de los mejores vinos blancos del mundo, se encuentra ampliamente cultivada en California, Australia, Nueva Zelanda, Sudáfrica, Chile, Argentina e Italia.
En España pocas son las Denominaciones de Origen que no autorizan su cultivo. Navarra y el Penedés fueron las pioneras, pero pronto les siguieron las demás.
Desde su fundación en 1995 Bodegas Solar de Urbezo se diferenció entre las bodegas de Cariñena por avanzar un concepto de vino moderno, de buena calidad, a un precio moderado.
La estética también es importante y como la familia Gracia-Campillo tiene una especial sensibilidad por la pintura, el lema de la empresa es “Arte en el vino”, utilizan la imagen de algunas de las obras artísticas de su pinacoteca para diseñar las etiquetas.
Elaboran una amplia gama de vinos, entre los que destacan un tinto de cosecha hecho con Garnacha de viñas viejas, con un breve paso por barrica, frutoso y sabroso. El Urbezo Vendimia Seleccionada, en el que combina las locales Garnacha y Cariñena con Shiraz y Cabernet Sauvignon.
Así como el Urbezo Reserva, hecho con Syrah, Merlot, Cabernet-Sauvignon y Cariñena, un vino con mucha personalidad, fino y elegante.
Con su Chardonnay también han tenido siempre buenos comentarios, porque está bueno, y porque quizá sorprenda que salga tan equilibrado en esta zona en la que el sol castiga duro los meses del verano.
Pero Santiago Gracia, propietario y director técnico, le tiene cogida la medida al imprescindible riego por goteo para esta varietal en esta zona vitícola. Por otra parte los viñedos ya son adultos y ofrecen una fruta magnífica.
Con la experiencia adquirida trabaja en vendimia nocturna, fermentación a baja temperatura y realiza un moderado batonage con las lías finas de sólo unos pocos días. Y, en cuanto a las barricas, prefiere no pasar el vino por madera, para preservar los matices florales y frutales más delicados de esta uva.
El Solar de Urbezo Chardonnay de 2011 es de color amarillo pajizo pálido, con tonos verdosos. Su aroma es de buena intensidad, a flores blancas (azahar, jazmín), fruta de hueso poco madura, cítricos y frutas exóticas. En el paladar es de cuerpo medio, sabroso, con un final de boca fresco, largo y amargoso. Un vino que combina bien con platos de aves, pescados en salsa y ahumados, al tener un paso de boca amplio y con estructura.
Solar de Urbezo Chardonnay 2011: 5,5 euros
