‘Sandy Island’: la isla que no existe

Sandy Island

SANDY: EL CUENTO DE LA ISLA QUE NUNCA EXISTIÓ

Érase una vez, una isla llamada Sandy. Algunas cartas náuticas y los más modernos mapas (Google Hearth y Google Maps) la situaban en el Pacífico Sur, entre Australia y Nueva Caledonia.

Un buen día, los aguerridos marineros del barco científico RV Southern Surveyor-del servicio hidrográfico australiano- estaban de expedición en el mar del Coral supuestamente estudiando la tectónica de placas. Después de 25 días de singladura el capitán decidió acercarse a la pequeña Sandy Island, ya que su rumbo pasaba cerca de ella. Pero, incomprensiblemente, situados sobre el punto marcado, no hallaron nada. El océano seguía su curso. Comprobaron, entonces, que la carta náutica marcaba imperturbable una profundidad de 1.400 metros.

No había duda: o Sandy Island había desaparecido o quizá nunca había existido. Explicaciones a este misterio las hay y muy diversas: puede que algún cartógrafo se la “inventara” como trampa para detectar futuras copias de su trabajo. Puede que alguien cometiera un error y una cadena de “copiadores” poco rigurosos contribuyeran a dar veracidad a la existencia de esta isla, que hasta aparece dibujada con forma alargada en los mapas.

Buscando el origen de esta formación geográfica hay que remontarse al año 1792, cuando el caballero D’Estrecasteaux parece que se refiere a ella cuando describe su expedición a La Pérouse. Con posterioridad, el Times Atlas Of The World, sitúa una isla en ese mismo punto a la que llama “Ile de Sable”. Parece que, a partir del año 2000, se da por probada su existencia y aparece representada con detalle en diferentes mapas y publicaciones científicas.

Lo cierto es que esta pequeña isla ha puesto en evidencia los más sofisticados sistemas de conocimiento de la geografía y ha supuesto un empujón hacia la desmitificación de verdades que damos como ciertas sólo porque lo dicen determinados colosos mundiales. En esta era virtual la observación, el tacto y la experiencia continúan siendo el mejor camino para conocer a la realidad.

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