EN BUSCA DEL EQUILIBRIO, por Luis Moreno Buj.
Toni Sarrión, el inquieto responsable de Viñedos y Bodegas Mustiguillo, llevaba tiempo queriendo sacar al mercado un vino blanco que, como sus otras etiquetas, fuese referencia entre los más destacados que se elaboraran en el este peninsular.
Entre las pruebas que realizó con diversas varietales, quedó sorprendido por el buen resultado conseguido con la Merseguera de la finca Calvestra, ubicada en el término municipal de Utiel, en el interior de la provincia de Valencia. Injertó esta varietal en cepas de Bobal de 25 años cuyas uvas no llegaban a madurar completamente por estar situada a más de 900 metros sobre el nivel del mar. En cambio la Merseguera desarrolla en este clima de montaña su personalidad más delicada; y una viticultura de precisión, que persigue la mejor calidad de la fruta con rendimientos bajos, logra el equilibrio en sus vinos con buena acidez.
Esta uva, tradicional del interior de la provincia de Valencia, es la base de su nuevo Mestizaje, un blanco joven sin barrica hecho con Merseguera en un 70%, Malvasía (21%), y un pequeño toque de Viognier, cultivadas en estricto secano. Cada una de ellas se ha vinificado por separado, incluso parcelas distintas de la misma varietal, para asegurar su momento idóneo de vendimia.
Una vez concluidas las fermentaciones se realiza un coupage aproximado al definitivo con una parte del vino y se somete a crianza con sus lías finas durante cinco meses, con removidos periódicos. Lo mismo se hace con el resto de depósitos, que contienen diferentes partidas. Antes de embotellar se ve la evolución que han tenido y se decide la proporción del coupage definitivo. Con la crianza sobre lías se consigue cuerpo, untuosidad y añade complejidad.
La Malvasía es la reina del Mediterráneo, aporta estructura y matices frutales. Y la Viognier, la joya redescubierta en una pequeña zona del valle del Ródano, rica en terpenos, acentúa los aromas florales y de frutales, incluso en una pequeña proporción.
Esta primera añada del Mestizaje Blanco es de color amarillo pajizo, brillante. Tiene aroma intenso, con cierta complejidad, que combina notas de flor blanca con recuerdos frutales cítricos (pomelo), a fruta de hueso poco madura (albaricoque), almendra cruda y miel de acacia. En la boca se muestra fresco, equilibrado, goloso, con suave untuosidad.
Un paladar rotundo de vino de carácter Mediterráneo. Largo y persistente. Muy adecuado para acompañar los aperitivos, para disfrutar ahora con unas cigalitas de playa salteadas con los últimos ajos tiernos de la temporada, con platos de pescado y marisco a la plancha o con salsas no muy fuertes.
Mestizaje Blanco 2011: 8’50 euros
