Leo, luego existo

Leo, luego existo

Esta mañana me he encontrado a este tipo en un parque en el centro de mi ciudad / Texto y foto: Nacho Coller@nachocoller /

Puede que el tipo de la foto borrosa no tenga un duro, tenga una vida jodida y ni siquiera se preocupe por no llegar a fin de mes; con finalizar el día con algo caliente en el estómago sea para él llegar su máxima preocupación. Seguramente. Puede que su día a día sea difícil, que sea un experto en Mindfulness sin titulación (esto, aquí y ahora) y que viva el presente a tope por si el mañana no aparece puntual a su hora. Es probable.

Puede que el tipo de la foto sea el principal responsable de su situación, o todo lo contrario, que solo sea simplemente un actor secundario y víctima de una sociedad egoísta e injusta y de un sistema que machaca a los más débiles. Y esto es lo que hay.

Puede que este tipo de la foto borrosa sea un especialista en malas artes, o que sea una excelente persona, no lo sé y no me importa mucho. No lo conozco, no es mi amigo, no sé lo que hace, ni lo que piensa. Puede que este tipo asista cada domingo a misa de doce, o para él, su Dios más conocido sea Maradona. No sé si votó en blanco en las últimas elecciones o si su voto fue declarado nulo, o si prefirió quedarse leyendo una novela negra en su parque favorito porque la política se la trae al pairo.

Esta mañana me he encontrado a este tipo en un parque en el centro de mi ciudad tumbado en un desgastado colchón, arropado por una fina manta, con una bolsa con algo de pienso para gatos, o para perros, qué más da. Le acompañan un botellín de agua, restos de vida a su alrededor y un libro entre sus manos. Sí, un libro. Nada más y nada menos. El resto de la historia, la dejo para que utilices tu imaginación. Lo mejor, empieza ahora.

 

OTRAS NOTICIAS

 

hombrecartones escultura hiperrealistaLas inquitantes sensaciones de la escultura hiperrealista

Se trata de la primera muestra dedicada a estudiar la evolución de la escultura hiperrealista. Una antología que no fue fácil de montar pues necesitó la negociación de préstamos de colecciones de todo el mundo. Un ambicioso proyecto que ha tardado dos años en cuajar. Pero la espera ha valido la pena… (Y hasta aquí puedo leer…)

 

 

Compartir
Share on FacebookTweet about this on TwitterShare on LinkedInEmail to someone

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *

Puedes usar las siguientes etiquetas y atributos HTML: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <strike> <strong>