Joël Aticcook, by Rafa Soler
Teléfono: 686 609 313
Dirección: Camí de La Bota, 13. Dénia (Alicante)
e-mail: rsoler30@hotmail.com
Unas notas musicales bien interpretadas se convierten en una obra maestra, unos ingredientes bien combinados también. Joël Aticcook, toda una experiencia gastronómica en Dénia / Texto y fotos: Francisco Palanca /ojoalplato.com /
Ir al restaurante de Rafa Soler (Joël Aticcook) es toda una aventura, lúdica, pero una aventura. Está claro que no es un restaurante al uso, desde su ubicación en el ático de la tienda de interiorismo de Pepe Cabrera en Dénia, su sistema de reservas y la estructura del propio restaurante, con la cocina compartiendo el mismo espacio que la sala, lo hacen un sitio especial.
Desde este lugar Rafa propone una cocina de base tradicional, con toques orientales, alternando los sabores picantes y los ácidos. En el fondo esto es una cocina muy actual, algunos de los grandes cocineros están volviendo a esos sabores reconocibles de toda la vida pero con un toque exótico. Lo cual me encanta. Hay que saber arriesgar.
El edificio ya anuncia que lo que se va a vivir allí dentro no va a ser algo corriente. Es un bloque de cuatro plantas, en el que el bajo y las tres primeras están dedicadas a la tienda y en el ático está el restaurante. La estética, ya desde el exterior, nos da una idea de modernidad y estilismo vanguardista.
El interior es para no acabar de mirar y curiosear, diseños originales y hasta provocadores, a veces, según las tendencias de cada uno.
Detalles originales en cualquier rincón que te pueden sorprender.
Hay una terraza esperando el buen tiempo para disfrutar de la comida y cena al aire libre.
Aquí se aprecia como la cocina y la sala forma un único espacio. Cada una de las paredes está decorada por un artista gráfico diferente. La música ambiente estuvo muy bien escogida.
Todos los elementos de la cocina están suministrados por la empresa de interiorismo de Pepe Cabrera, que acoge en su interior a este restaurante. Todo ello de primera línea.
Desde cualquier lugar del comedor se puede ver perfectamente a Rafa Soler trabajando en el siguiente plato.
Todos los elementos que se utilizan en el restaurante pertenecen al catálogo de la exposición y están a la venta. Mesas, sillas, cubiertos, vasos, platos, copas, etc. Igualmente los elementos de la cocina, desde los hornos y las planchas a los sifones y ollas.
La cristalería es de diseño vanguardista y de calidad. La abertura para beber está cortada en un ángulo de unos treinta grados. La marca es Eva Solo.
El primer detalle de las elaboraciones de Rafa Soler, este pan crujiente.
Beniqueis. Aceite de oliva virgen extra de cultivo ecológico, de Beniardá (Alicante), para tomar con el pan y disfrutar de los sentidos. Para empezar la comida, nos ofreció una botella de vino blanco fermentado en barrica, Nodus Chardonnay. Elaborado por Bodegas de Utiel. Un vino fresco, con aromas a frutas tropicales y una acidez equilibrada, que acompañó perfectamente a los primeros platos.
El menú elegido empieza por tres snacks, el primero un carpaccio de gamba con un detalle sorprendente, venía acompañado de un poco de wasabi ¡Espectacular este principio! Una explosión de distintos sabores.
Le siguió un bocadillo de lomo con cebolla caramelizada y mahonesa. Muy bueno también, aunque menos sorprendente para mi.
La tercera sorpresa este bloody mary de tartar de tomate. Elaborado con los ingredientes del steak tartar y el cóctel, con su tabasco y su vodka. El tomate toma el lugar de la carne del steak. Un principio de menú de gran altura.
Una caballa elaborada a media sal, con praline de cacahuete y encurtidos. El pescado casi crudo, para que se aprecie perfectamente la frescura y su calidad. Excelente plato. A este paso se me van a acabar pronto los adjetivos.
Unos mini guisantes repelados, con hierbabuena, ñoquis de sepia y caldo picante de sepia. Impresionante la conjunción de los cuatro elementos, el toque dulce de los guisantes, la frescura de la hierba buena, la ternura de la sepia y el picante del caldo. Ya lo he dicho ¡impresionante!
Pericana 2013. Así denominó a este plato Rafa Soler. Una interpretación del típico plato del interior de Alicante a base de ñoras, bacalao salado y aceite de oliva. Una espuma de pimiento asado, con su sabor ahumado, aceitunas negras, bacalao y pan ¡una pericana muy fina!
De nuevo la conjunción de sabores que parece que vayan a chocar entre si y sin embargo armonizan a la perfección. Cebolleta asada, queso de cabra, espléndidas anchoas y caldo de caracoles picante ¡Toma ya!
¡Y llega el triple salto mortal! Falso tuétano de “arrós amb fesols i naps” (arroz con alubias y nabos) Un trozo de nabo que imita la caña del hueso, relleno de las carnes típicas de este caldero, que le hacen parecer el tuétano, sobre un caldo denso del propio arroz. Para recordar por mucho tiempo.
Llegado este punto empezamos con un tinto de Calatayud que estuvo muy a la altura de los platos. Elaborado con Garnacha de viñas viejas por Bodegas Ateca, de la firma Juan Gil. Un vino muy redondo, aromático y de paso muy sedoso. Todo un descubrimiento.
Cocochas de salmonete, guacamole y caldo anisado. Los salmonetes apenas procesados, un poco de calor con el soplete y al plato. El caldo elaborado con las propias espinas del pescado y sazonado con salsa de soja. Un resultado increíble.
Para finalizar con los platos salados una última sorpresa. Terrina de cordero, que se deshacía en la boca, con habas tiernas “picantes”, mostaza y acelga roja. De nuevo un juego a cuatro bandas perfectamente conjuntado.
De postre coca maría con horchata, helado de limón, garrapiñadas y café. Volvemos al concepto, parece que no habrá armonía en el plato ¡pero la hay!
Existe otro comedor separado de la cocina para grupos algo más grandes, pero no tiene el encanto de ver cocinar a Rafa Soler.
Un último apunte. La reserva se debe hacer con tres días de antelación. No hay carta, existen dos menús, uno compuesto por tres snacks y cinco platos, por 40 euros, y otro de tres snacks y ocho platos, por 50 euros. Lo que vas a comer es una sorpresa, aunque siempre te preguntan si hay algo que no te gusta o que no lo toleras.
Reservar con tres días de antelación es lógico, el menú se elabora según los productos frescos del mercado.