Galería ‘789’. Dos años de amantes a través de mi objetivo

Galería ‘789’. Mis amantes de dos años a través de mi objetivo, Katy Strange

De casta le viene al galgo / Texto: Nacho Coller / Galería ‘789’ – Fotos: Katy Strange /

Entre los trofeos que más preciaba su familia destacaban: una colección de botellas de cerveza  de los cuatro continentes (llegaron a contar 789. Todas vacías claro. El abuelo le pegaba al alpiste cosa mala), una colección del Calendario Zaragozano (desde 1840 hasta el presente año), un conjunto de animales disecados (su padre había sido cazador y taxidermista antes de hacerse conductor de ambulancia y vegano) y una extensa colección de muñecas de porcelana dejadas como legado por su tatarabuela y aumentada con tesón muñeca a muñeca por las siguientes generaciones.

Su pasión por seguir lo que dictaban sus genes coleccionistas explotó el día que acompañó a su abuelo a un comercio que tenía un gran letrero en la entrada con la palabra en mayúscula NUMISMÁTICA. Alucinó. Salió de allí con una moneda antigua (para ella un tesoro) y con una caja de puros repleta de sellos del mundo (contó 789 sellos) que hicieron sus delicias durante todo ese fin de semana, ordenándolos por países de procedencia y continentes, en un antiguo álbum de  fotografías familiares. Su pasión por la filatelia (las monedas las había dejado aparte, sólo se centraba en las que le sacaba al abuelo de curso legal) le llevaba a inspeccionar todas las mañanas del año los buzones de todo el vecindario, para mangar tijera en mano y con una inusual pericia, los sellos que le resultaban más curiosos (que eran todos, no dejaba sobre con sello).

Galería ‘789’. Mis amantes de dos años a través de mi objetivo, Katy StrangeSu radio de acción se fue ampliando al mismo ritmo que su necesidad de poseer una mayor cantidad de premios. Pasó de chorizar por portales de su periférico barrio, a trasladarse a las zonas altas de la ciudad y de ciudades vecinas; su pasión se había convertido en obsesión. Controlaba las rutas y horarios de los carteros y seguía sus pasos cada vez que salían de un portal.  Se había convertido en la sombra del cartero. Tenía una página web, un blog, Facebook y Twitter, desde donde lanzaba a miles de seguidores sus éxitos y sus curiosidades. Era la princesa del submundo filatélico, era una reputada experta, era la dama y la señora de la filatelia. Como quería seguir mejorando su colección y perfeccionando su personalidad, se preparó unas duras oposiciones a funcionaria de Correos, (la reina del mambo, pensó), pero esa ambición desmedida le llevó a cavar su propia tumba. No pasó las pruebas psicotécnicas y en la entrevista con el psicólogo fue fundida por desajuste psicológico. Cayó en una profunda depresión.

Ese año cambió todo. Estuvo bajo tratamiento psiquiátrico (tuvo escaso efecto la farmacoterapia,  no se tomaba las pastillas, las coleccionaba) y para salir del oscuro pozo en el que estaba inmersa, decidió prender fuego a decenas de cajas de puros “Cohiba” repletas de sellos (viva la aliteración) un día 19 de marzo. Se prometió no volver a mandar carta alguna en su vida, ni coleccionar cosas nunca jamás (guardó un rencor infinito al “Forum Filatélico” y a su abuelo).

Como era una joven inquieta, con iniciativa, con enormes ganas de vivir y de alcanzar fama, decidió dar un giro copernicano a su vida y se lanzó a estudiar en una prestigiosa Academia de Arte durante 4 años. El primer día de clase descubrió el maravilloso mundo de la fotografía, del sexo y de los amigos, y por las noches alternó laboratorios y eternas sesiones de televisión “granhermanianas”. Una noche de farra viendo “Gran hermano” y “Hombres mujeres y viceversa” hizo que viera la luz profesional, ya tenía su fórmula mágica y metió en la coctelera cerebral los siguientes ingredientes: mujer + iniciativa profesional +  cara + ganas de éxito + ¿arte? (si la mierda enlatada de Piero Manzoni lo era y muy cotizada, la mía también) + ¿originalidad? = Fotografío a todos con los que me acuesto durante 2 años, y hete aquí (qué diantres quiere decir hete) mi exposición: 789 fotografías, (789 sellos, 789 birras). Don Juan se había convertido en mujer.

Visto el éxito conseguido por tamaña mujer y en la otra punta del país, un fotógrafo de bodas y comuniones venido a menos, (aquí ya no se casa nadie, y el que lo hace tiene un cuñado fotógrafo), se dispuso a hacer una exposición con todas las personas que se había acostado en los últimos 365 días. Como lo podrían acusar de plagio y de ser poco original, pensó que si introducía en las escenas de cama algún objeto diferente y que pudiera resultar transgresor daría el campanazo. Un salvavidas de playa envolviendo a las chicas, una muñeca hinchable y un televisor en blanco y negro descacharrado le darían un punto diferente y así, los críticos de arte encontrarían material para hacerse pajas mentales sobre el artista, su inconsciente y los significados de cada salvavidas en las mujeres. Como sólo llegaba a contar a duras penas 24 fotos acompañado de la misma mujer (la suya) y trescientas y algo en solitario, vislumbró un panorama desolador en el mundo de las galerías de arte, (dos semanas de sexo acompañado lo hace cualquiera y eso por sí solo no vende) así que ideó un plan alternativo, su perfecto plan B. Hombre + cara + iniciativa profesional + ¿arte? + ¿Originalidad? = pedazo de exposición.

Galería ‘789’. Mis amantes de dos años a través de mi objetivo, Katy StrangeEn dos periódicos locales, en las diferentes redes sociales que controlaba, (en Twitter era un hacha) y en algunas farolas cerca de las facultades de letras, (pensaba que las chicas de ciencias eran más retraídas) colocó una serie de anuncios en los que buscaba mujeres mayores de edad, para trabajo de modelo fotográfico en escenas de cama. Ni sexo explícito, ni importaba la edad ni las medidas, y a cambio, ofrecía algo de fama, las gracias, una foto de recuerdo y seriedad y discreción absoluta.

Se sentó impaciente a esperar su momento de fama, fijando absorto su mirada en el reloj de cuco que había conseguido por un buen precio en el rastro hacía un par de semanas, y que lucía tan bonito en la pared empapelada de su comedor. Cayó bajo los efectos de la hipnosis: exposición en el Metropolitan y en la Tate Modern londinense, éxito, gloria, entrevistas, tele, cine, mujeres y sexo. Inició un repaso al blog de la fotógrafa que había tenido tanto éxito con la exposición  de 789, y se fijó en un detalle que consideraba alentador. Esta mujer en la mayoría de las fotos no enseña las manos, a excepción de cuando se muestra en situación de sumisión o maneja la cámara. Que ocultará, esta tipa se guarda un as bajo la manga y yo no voy a esconder nada, me muestro tal y como soy, naturalidad. Era caballo ganador.

Su sueño fue interrumpido por la llamada de una joven redactora de un periódico local que le invitaba a que diera su versión sobre las graves acusaciones que vertían sobre él: machismo, incitación a la violencia doméstica, menosprecio al sexo femenino, utilizar a la mujer como mero objeto sexual, el cobro de derechos de autor por parte de la Sgae por el uso de la tele, entre otras lindezas que escuchó de tan amable redactora. Su teléfono echaba humo, la página del Facebook estaba bloqueada, 789 virus y un troyano en su ordenador. Su twitter se había convertido en viral. Estaba destrozado. Su momento de gloria se había esfumado fruto de la incomprensión. Pasó página con la ayuda de una psicóloga especializada en “mindfulness”.

Tres meses después seguía haciendo fotos en bodas, (en alguna de ellas disfrazado de cuñado) divorcios, comuniones y despedidas de soltero y soltera. Su mujer le había abandonado. Le quedaban unos cuantos salvavidas, una muñeca hinchable y un televisor en blanco y negro que había conseguido arreglar. En la tele echan el programa de Jordi Évole, “Salvados”. No entendía nada.

Galería ‘789’. Mis amantes de dos años a través de mi objetivo, Katy StrangeFotografió a todas las parsonas con las que se acostó durante 2 años

Durante el tiempo que estuvo estudiando arte en una academia, Katy Strange se dedicó a fotografiarse con todas las parejas sexuales que tuvo para así crear la galería titulada “789”.

La joven holandesa, quien tiene su propio blog, describe su galería “789” de la siguiente manera: “Fototografié a todas las personas con las que me acosté durante los pasados 2 años (789 días para ser exactos). Todas las fotos son historias cortas de cómo fue mi vida de estudiante. Uso la fotografía para contar mis propias historias, en las cuales soy directora y protagonista. Durante los 4 años que estudié en la Academia de Arte hice todo lo posible para capturar mis experiencias de vida con fotos”.

http://katy-photography.com/789.html

https://www.facebook.com/katystrangephotography

http://katy-strange.tumblr.com/

 

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2 thoughts on “Galería ‘789’. Dos años de amantes a través de mi objetivo

  1. Jacinto Merino

    Cómo sacar conclusiones varias a partir de cualquier idea.
    Mejoras como el vino, dale tiempo.
    Los fines, a veces, sólo los sabe el autor.
    Las consecuencias son inesperadas, en muchas ocasiones.

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