La comarca de El Bierzo, al noroeste de la provincia de León, está bien delimitada por las cordilleras que la circundan, protegiéndola de las influencias menos favorables del Atlántico. Esta zona de montaña ha conocido varios períodos de esplendor a lo largo de su historia desde la época de la romanización, de donde provienen las técnicas del secado de carne de vacuno.
Las cecinas son excelentes a las que se unen unos embutidos derivados del cerdo como el botillo, la androlla y los chorizos, que antaño se curaban y ahumaban cerca del hogar de las pallozas, las tradicionales construcciones de origen celta hechas de piedra, con tejados de materia vegetal. Algo más tarde, fueron las órdenes religiosas y los monasterios los que consolidaron la viticultura y fomentaron el consumo de vino. Con las peregrinaciones a lo largo del Camino jacobeo, a partir del siglo XII, se introducen nuevas varietales y se mejoran las técnicas de elaboración.
La firma Bodegas y Viñedos Ribas del Cúa es una empresa de carácter familiar que en los últimos años ha tenido el mérito de haber agrupado 283 pequeñas parcelas hasta reunir 43 hectáreas de viñedo en el término de Cacabelos. En la actualidad, esta bodega berciana está gestionada por cuatro mujeres, con las enólogas Ana Martín y Pilar Millán, junto con Susana García y Beatriz Millán en la comercialización y exportación.
Con la idea de ofrecer un tinto joven que completara su gama de crianzas han sacado al mercado un monovarietal de Mencía, la uva típica de estas tierras. Para conseguir una importante carga aromática frutal el vino se ha elaborado mediante la técnica de fermentación a baja temperatura con los granos enteros, sin el raspón, dentro del depósito. Este procedimiento es similar al de la maceración carbónica en la que, en ausencia de oxígeno, se extraen los aromas frutales contenidos en los hollejos y se suaviza la acidez. Al cabo de unos días se prensa y el mosto continúa su proceso natural de fermentación.
Este Ribas del Cúa joven 2011 es de color rojo picota, de capa media-alta, con ribete de tonos amoratados. La nariz es de buena intensidad, con recuerdos a frutillos rojos y negros, con cierto carácter vegetal, propios de la varietal, junto a aromas de frutas tropicales (piña, plátano), que sorprenden en un tinto, seguramente aparecen por las levaduras seleccionadas y por el método de elaboración. En la boca resulta muy fácil y agradable de beber. Es muy fresco y frutoso, ideal para tomar en el período estival enfriado en una cubitera. Es sabroso, suave y con buena persistencia.
Ribas del Cúa 2011: 3,40 euros
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