El cántabro Fidel Turienzo consigue ser el primer español en acabar la Mini Transat 2015. El 16 de noviembre el regatista cruzó la línea de llegada en Pointe-à-Pitre (isla de Guadalupe) a bordo de ‘Satanás’ después de 16 días, 4 horas, 37 minutos y 4 segundos de navegación en solitario. El regatista ha recorrido una distancia total de 3.185 millas a una velocidad media de 8,20 nudos. Texto: Prensa Mini Transat 2015 / Fotos: Jacques Vapillon.
Siete regatistas españoles han participado este año en la Mini Transat 2015, la regata transoceánica en solitario para veleros de 6,50 metros de eslora que se celebra desde 1977. El equipo español ha sido el segundo más numeroso de esta edición después de la representación francesa. De ellos, el regatista Fidel Turienzo fue el primero en cruzar la linea de meta. Turienzo nos relata en primera persona la experiencia vivida durante los intensos días de la regata.
¿Por qué arrancaste la ruta más al norte que el resto de la flota?
He hecho mi regata. Salí mucho más conservador que los demás. Yo salí con el código 5 y los demás salieron con el spi medio. Sabía que el objetivo era llegar, estar en la regata, pero los primeros días, con un palo nuevo, sabía que no podía arriesgar, tenía que acabar la regata. Tuvimos tres primeros días con mucho viento en la costa africana, y durante esas jornadas tenía que comprobar que todo iba bien y no romper nada.
Salí detrás de los demás, así que la única opción era trasluchar antes que ellos y hacer una ruta más norte, haciendo menos millas, pero con un riesgo de que el anticiclón me atrapase al tenerlo más cerca. Arriesgué, pero lo que no podía hacer era bajar hasta el mismo sitio que los demás, trasluchar detrás de ellos… Es imposible ganarles en velocidad.
Después de ésto, ¿cómo encaraste la segunda etapa?
Tras la primera estava contentísimo, era una recompensa total. Llegar con el barco entero, sin haber roto nada, es un alivio, un sueño. Toda la obra que hice durante la escala en Lanzarote aguantó, es una recompensa, un triunfo muy importante para mi. He aprendido muchísimo en general, y después de lo que pasó en la primera etapa, la regata para mi ya no era la misma, a mi siempre me gusta regatear, estar en el meollo, pero la realidad era otra, había que tener cuidado y llegar, no quería quedarme atrás, no quería quedarme en el camino.
Háblanos de el barco, de ‘Satanás’.
Es la segunda vez que el barco, el 304, hace la regata. Hace 14 años era el mejor que había y cruzó la línea de llegada de Mini Transat el primero, ahora es un barco más viejo, pero que ha peleado mucho y durante las regatas de la temporada ha ido muy bien, no se puede comparar a los nuevos, pero ha ido genial. Estoy muy contento de que el viejo ‘Satanás’ esté aquí.
¿Cómo se viven 16 días de navegación en solitario?
No he encontrado a nadie por el camino, 16 días en los que no he hablado con nadie. Pero eso no es lo peor para mi, eso lo llevo bastante bien, para mi lo peor son los momentos sin viento, ahí me vuelvo loco, pero por lo demás, ha sido una aventura genial. Hay momentos más duros que otros y no siempre es fácil navegar en solitario, pero lo he disfrutado muchísimo.
¿Qué es para ti la Mini Transat?
Para mi llegar aquí supone lograr un objetivo en el que he trabajado desde hace años, pero sobre todo desde 2013, cuando compré el barco y empezó todo esto. He ido poco a poco, pasito a pasito, pero consiguiendo mis objetivos. He trabajado mucho y le he puesto mucho empeño y ya estoy aquí, no hay mejor recompensa que ésta. Ahora solo queda descansar y disfrutar.
¿Volverás?
Sí, me encantaría volver a hacer la Mini Transat, pero con un barco más potente, para hacer una mejor regata. Es una aventura impresionante y me ha encantado. Volver, volvería, tal vez no mañana ni pasado, pero me encantaría volver en un futuro.
