ALGUNAS DE LAS DESTILERÍAS TRADICIONALES DE LA COMUNITAT VALENCIANA ATESORAN ANTIGUAS BOTAS DE ROBLE DE BRANDIS CENTENARIOS, COMO LAS DE DESTILERÍAS PLÀ, QUE ABRIÓ SUS PUERTAS EN LA LOCALIDAD DE PUÇOL EN 1890
Acoger la copa de balón con la calidez que ofrece la mano y aspirar con suavidad el aroma de un brandy venerable es uno de los grandes placeres de las sobremesas y de la buena vida. Degustado a pequeños sorbos, los brandis añejos nos transmiten sus infinitos y deliciosos matices. El origen de su nombre proviene del neerlandés brandewijn, que significa literalmente ‘vino quemado’, el que se destila para obtener su espíritu, que antaño era enviado a Holanda, de donde toman su nombre los alcoholes vínicos u holandas.
En la Comunitat Valenciana perdura la tradición de elaboración de licores tan arraigados como la Mistela, el café licor, cantueso, herberos, anís seco y absenta. Algunas de estas destilerías atesoran antiguas botas de roble de brandis centenarios, los más nobles de los espirituosos, hechos únicamente con aguardiente de vino, no de melazas o de grano, y con un mínimo de 36 grados. Si no se cumplen estas condiciones no es brandy, sino una genérica ‘bebida espirituosa’, algo que pasa desapercibido a muchos consumidores de la mayoría de las marcas más populares.
Destilerías Plà abrió sus puertas en la localidad de Puçol en 1890 junto a un viñedo de uva Moscatel de los que por aquel entonces todavía quedaban en la huerta de Valencia. Allí instalaron dos alquitaras para la destilación, una de las cuales aún se utiliza para elaborar su anís seco. De ese mismo año data también la que ellos llaman la ‘Barrica Mare’, un cono de roble que contiene el Brandy Vell, junto con su sistema de criaderas y soleras compuesto de botas y barricas de donde salen las 600 botellas de cristal soplado que etiquetan a mano cada año.
José Ripoll embotella a mano el Brandy Vell Inmejorable Solera 1890
La empresa actualmente es un calco de aquella que inició su andadura a finales del siglo XIX. Casi nada ha cambiado, todo está igual. El despacho, las barricas, el alambique, el laboratorio, el patio…, unas instalaciones que guardan pequeños tesoros centenarios que siguen utilizándose diariamente. Aquí son pocas las máquinas, la mano del hombre es el motor principal del trabajo. “Mucha gente se sorprende cuando nos visita y observa nuestra forma de trabajar. Pero yo les digo que esto que hacemos, es artesanía”, explica José Ripoll, biznieto del fundador y gerente actual de la empresa.
En la ‘Barrica Mare’ se guarda desde 1890 el tesoro de Destilerías Plà, 12.000 litros de Brandy Vell, de la que sólo salen 600 botellas cada año. Sus otros productos estrella son el Brandy Inmejorable Reserva 2000, el Licor de Café, el Ron, el Anís Seco, o la Mistela de Moscatel Gran Reserva.
Al hablar de brandy gran reserva hay que volver la vista atrás. Con una Solera de 130 años el Brandy Vell Inmejorable 1890 es de color caoba oscuro con matices yodados y aroma intenso a maderas nobles y a pastelería, balsámicos, hoja de tabaco, plantas aromáticas. De paladar potente y aterciopelado, agradablemente cálido, maderas y alcohol integrados, cierto dulzor, redondo, complejo y sabroso, con un largo recuerdo en su fase retronasal en la que vuelve a aparecer su riqueza de matices.
Destilerías Plà S.L.
Dirección: Carretera Barcelona 23 – 46530 Puçol (Valencia)
Teléfono: (+34) 961 420 913
E-mail: puzoldestileriaspla@gmail.com
Web: http://destileriaspla.com/es/
Brandy Vell Inmejorable Solera 1890
Precio orientativo: 84 €
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