Después de toda una vida profesional desarrollada en Bruselas, el ingeniero agrónomo Raúl Zorita volvió a su terruño natal de Fuenterrobles, en la parte más interior de la DOP Utiel Requena, con la intención de elaborar un vino a partir de un viñedo que su tío Exuperio plantó para él cuando era niño, hace 60 años.
Ahora la intención de Zorita es elaborar a partir de estas 4 hectáreas de cepas viejas de Bobal situadas a una altitud de 900 metros, unas pocas botellas de un vino que contenga la esencia de esta varietal, recia y rústica, capaz de soportar tanto las heladas tempranas como las altas temperaturas del mediodía en el estío, las épocas de sequía y los granizos.
La suerte fue encontrarse con Noemí Arroyo, una enóloga también nacida en Fuenterrobles, con amplio recorrido profesional en España, con la que enseguida compartió su concepto de pureza en los vinos, en los que ella interviene “sólo para acompañarlos en su proceso natural de fermentación, sin añadir ni quitar ningún aditivo o componente, sin modificar el perfil que caracterice cada añada”.
Noemí encuentra el sabor auténtico de la Bobal entre el equilibrio que ofrece el clima, la varietal y la tierra, por eso los vinos puros ofrecen matices diferentes cada vendimia. Ella mantiene que el trabajo fundamental se hace en el campo y la clave está en trasladar los sabores del terruño hasta la botella. El proyecto se viene desarrollando desde el año 2011, cuando aceptó el reto al comprobar los resultados de diversas analíticas y ver los altos índices de polifenoles totales (IPT), color, tonalidad, y capacidad aromática.
El primer vino que ha salido al mercado es el Exuperio Asentado de 2013, un tinto con diez meses de crianza en barrica con un bonito color rojo picota de capa alta, tiñe la copa, donde muestra un ribete de tonos violeta. El aroma es intenso, con buena expresión frutal (moras), sobre todo al principio para ir creciendo a medida que transcurre el tiempo con la botella abierta y mostrar un buen ensamblaje, con suaves especiados y tostados, es balsámico, mentolado, con sensación mineral y recuerdo a caramelo negro de regaliz. En el paladar tiene buena entrada, de cuerpo medio, equilibrado, con taninos maduros que piden algo de comer para continuar la conversación y seguir bebiendo. Queda el frescor en la boca, la sensación frutal y una delicada evocación profunda y mineral. La senda de la Bobal de alta calidad se está trazando y son unos pocos los que la recorren.
Exuperio, Asentado 2013: 22 €