Amontillados para disfrutar de la buena mesa. Bodegas El Maestro Sierra

LAS CARACTERÍSTICAS DE LOS VINOS AMONTILLADOS PERMITEN ARMONÍAS ASOMBROSAS, ALGO QUE ESTÁN EXPLOTANDO SUMILLERES Y COCINEROS PARA CREAR NUEVAS SENSACIONES EN LA MESA

Los vinos de Jerez siguen inmersos en una dinámica de reducción del volumen total comercializado que no dejar de caer desde hace más de 30 años, aunque desde 2015 se ha detectado en España un ligero repunte, tanto de su consumo como de su valor.

Y es que la gastronomía se ha convertido en su aliado y son muchos los restaurantes de alto nivel que incluyen algunos de ellos en los menús en los que sumiller y cocinero armonizan cada plato con un vino. Los vinos generosos del Marco de Jerez son secos y de baja acidez, por lo que algunos combinan bien con ensaladas y con productos y preparaciones culinarias con las que otros vinos no armonizan bien, como es el caso de los espárragos, alcachofas, huevo y salsas de mayonesa.

Entender los vinos generosos no es fácil para quien no tenga un poco de interés, pero cuando se prueban siempre sorprenden al consumidor con la intensidad y riqueza de sensaciones que provocan.

Probablemente el Manzanilla es el más delicado y sutil de los generosos. Se cría bajo velo flor en el microclima de Sanlúcar de Barrameda y sus matices salinos y yodados la hacen perfecta para acompañar mariscos levemente cocidos en agua salada, fritura de pescado, boquerones en vinagre y salazones.

El Fino se elabora en Jerez y en El Puerto de Santa María, también bajo velo flor. Con él podemos incorporar, además de los anteriores entrantes, el jamón y los embutidos ibéricos, sopas frías y platos japoneses.

Los Olorosos, procedentes solo de crianza oxidativa, y los Palo Cortado, vinos que comienzan siendo de crianza biológica bajo velo flor que, en un momento dado adquieren matices de oloroso, con mayor estructura y redondez. Ambos son potentes, penetrantes, intensos de aroma y sabor. Tras una larga crianza en botas de roble merecen un guiso de rabo de toro o de caza mayor.

Y el Amontillado que, como los anteriores, está criado en el sistema de soleras. Un vino singular que es la evolución del Fino cuando pierde su velo para exponerse al oxígeno y convertirse, con los años, en esta maravilla. Un vino exquisito y complejo que va bien con espárragos, huevo duro y mayonesa, con ahumados y salazones, cremas de alcachofas, con los consomés de una mesa ilustrada, revueltos de setas, y pepitoria.

Bodegas El Maestro Sierra tuvo su origen en 1830, cuando un maestro tonelero de reconocido prestigio pudo cumplir el sueño de fundar una bodega. A día de hoy continúa en manos de la misma familia y en la ubicación originaria.

Sus descendientes, Pilar Plá Pechovierto y su hija, María del Carmen Borrego, siguen al frente de un antiguo saber que es actualidad por su tradición, con la enóloga Ana Cabestrero.

Entre sus vinos está el Amontillado Maestro Sierra con 12 años de envejecimiento en botas de roble americano. De color caoba con destellos anaranjados. Nariz seductora, que recuerda a almendras tostadas, nuez y ebanistería, ligeramente punzante y salino. Boca sabroso, amargoso, envolvente y largo. Una copa de elegancia y distinción, para acompañar tanto platos fríos como calientes.

Bodegas El Maestro Sierra
Dirección: Plaza de Silos, 5 – 11403, Jerez de la Frontera – Cádiz, España
GPS: N 755º 661. 071′ – W 004º 063. 252′,
Teléfono: (+34) 956 342 433
E-mail: info@www.maestrosierra.com
Web: http://www.maestrosierra.com/inicio/

El Maestro Sierra, Amontillado
Tipo: Amontillado, con 12 años de envejecimiento en botas de roble americano bajo velo flor y crianza oxidativa, 17,5% Vol.
Cepas: 100% Palomino
Precio orientativo: 25 €
Denominación de Origen Jerez-Xérès-Sherry