Codorníu, Cavas para el disfrute de la buena mesa

Mientras dura la vendimia es normal que entre por la puerta de Codorníu alrededor de un millón de kilos de uva al día. La clave del éxito es el control de calidad de toda la fruta que llegue a la bodega, hasta el más pequeño grano de uva.

Y es que para esta empresa de Sant Sadurní la experiencia es un grado, con el origen bodeguero de Jaume Codorníu acreditado desde 1551. Más tarde, desde que en 1872 Josep Raventós i Fatjó elaborara sus 3.000 primeras botellas de vino espumoso reinaron en solitario elaborando esta especialidad durante muchos años. En los últimos tiempos se han decidido por dar un paso importante en el prestigio de los cavas y competir en calidad con los champagnes en los mercados internacionales.

Dentro de los muros modernistas de las antiguas instalaciones enológicas -única bodega de España declarada Monumento Histórico Artístico Nacional- se encuentra la bodega experimental donde tienen algo más de una decena de pequeños depósitos, entre los de hormigón y los de acero. Aquí, Bruno Colomer, director técnico de Codorníu, y su equipo elaboran múltiples ensayos, cuyas conclusiones les sirven para mejorar continuamente sus vinos espumosos. Por ejemplo, en los mostos realizan selección clonal de las uvas que llegan de viñedos de diversas zonas. Dependiendo de su origen y de sus características el tratamiento, vinificación y destino puede variar.

Otra de las técnicas más brillantes que han salido de este laboratorio es la decoloración natural de los mostos blancos de  la tinta Pinot Noir, que siempre pueden quedar con algo de color. Para ello someten los mostos en fermentación a un contacto con el aire con el fin de que se degraden las materias  oxidativas. Más tarde éstas precipitan por gravedad y se decantan, para así no tener que pasar los vinos base por un filtro de carbono y someterles a un duro castigo que elimina una parte importante de los aromas más sutiles.

Por eso su Brut Reserva Reina Mª Cristina, Blanc de Noirs Pinot Noir, es de color amarillo pajizo con reflejos dorados, con algún matiz rojizo, y en nariz presenta delicados aromas florales, junto a recuerdos a membrillos frescos, fresas, macedonia de frutas, con un paladar amable, fresco y cremoso.

También el Brut Gran Reserva Jaume Codorníu, de 2008 tiene la Pinot Noir en su coupage, junto con  la Chardonnay, para hacer un Cava aún más fino y elegante, de gran complejidad, con nariz que recuerda a cítricos y a fruta de hueso, con expresión de crianza, que se va abriendo a medida que disfrutamos la copa, donde aparecen recuerdos a tahona y frutos secos. En boca es cremoso, fresco y sabroso, con suaves notas amargas que le dan cierto volumen, largo y persistente. Un Cava gastronómico para el placer de la buena mesa.

Jaume Codorníu Brut Gran Reserva 2008: 24 €
www.codorniu.es