LOS ‘IMOCA’ 60 PROTAGONIZAN LA 7ª VENDÉE GLOBE
Veinte intrépidos navegantes se lanzan a la conquista del mundo en solitario, sin escalas y sin asistencia / Josep Galbany / StylusNautica.com /
La Vendée Globe es conocida en el mundo de la náutica como ‘el Everest de los Océanos’ por su carácter extremo. A lo largo de las seis primeras ediciones ha reunido de media a una veintena de participantes. Han sido seis competiciones marcadas por alegrías, hazañas, también por penas, pero sobre todo por vencedores: Titouan Lamazou (1990), Alain Gautier (1993), Christophe Auguin (1997), Michel Desjoyeaux (2001, 2009) y Vincent Riou (2005).
La vuelta al mundo por los tres cabos
El recorrido de la Vendée Globe es una muestra de la pureza e incluso de la sencillez conceptual de los grandes eventos. Dar la vuelta del mundo a vela, de Oeste a Este, por los tres grandes cabos de Buena Esperanza, Leeuwin y Hornos. Un largo descenso por el océano Atlántico, la peligrosa travesía de los océanos australes, el océano Índico y sus olas cruzadas, el océano Pacífico, el más grande de los océanos del mundo, y finalmente la remontada del Atlántico y el regreso hacia Les Sables d’Olonne, punto de salida y de llegada del Everest de los océanos.
Vuelve la leyenda
A bordo del “Suhaili”, en 1969, Sir Robin Knox-Johnston, fue el primer hombre que logró completar una circunnavegación a vela, compitiendo en solitario y sin escalas. Un navegante, un barco, una vuelta al mundo. Simplicidad extrema para un reto extremo.
La Vendée embarca a bordo una tripulación internacional de excepción. Las jóvenes promesas de la vela tendrán que poner todo su empeño para hacer frente a la generación de los viejos lobos de mar, en una batalla naval de Antiguos y Modernos que promete magníficos enfrentamientos.
A su estela, millones de apasionados podrán seguir la regata… ¡sin perderse ni una gota de agua! Un village más grande, con más animaciones lúdicas y pedagógicas, cámaras a bordo para compartir en directo el día a día de los navegantes, la movilización de las redes sociales, las imágenes retransmitidas a un centenar de países… Entre 3D y 2.O, las últimas tecnologías están, más que nunca, al servicio de la dimensión humana.
Clase IMOCA Open 60
Son barcos que pertenecen a una “clase open”. Esto quiere decir que los diseñadores tienen libertad para concebir los barcos siempre y cuando éstos no sobrepasen los 60 pies (18,29 metros) de eslora, los 4,5 metros de calado y su palo no sobrepase los 28 metros sobre el nivel del agua.
El diseño debe cumplir también una serie de requisitos de seguridad que se pueden clasificar en dos grandes grupos:
Las normas de diseño estructural. Son las que obligan a disponer de compartimentos estancos, escotillas de salida, etc.
Los requisitos de estabilidad. Son una serie de normas y pruebas que deben aplicarse a cada barco para garantizar su estabilidad y su capacidad de auto adrizamiento en caso de vuelco.
Los IMOCA Open 60 están especialmente diseñados para la navegación oceánica en solitario o en doble. Las formas de sus cascos y las características de su aparejo responden al promedio de dirección del viento y el oleaje que se dan en una vuelta al mundo en el sentido oeste – este. Como las condiciones son preferentemente de vientos portantes, los IMOCA Open 60 tienen cascos de formas planas para planear sobre las olas, condiciones con las que son capaces de alcanzar puntas de más de 25 nudos.
Características básicas:
Eslora: máxima de 18,28 m (60 pies)
Manga: ≈ 5,5 m
Calado: máximo de 4,5 m
Altura del palo: máxima de 29 m
Desplazamiento: entre 8.000 y 9.000 kg
Superficie vélica en ceñida: entre 240 y 330 m2
Superficie vélica con vientos portantes: entre 460 y 620 m2
Tipo de quilla: basculante (pendular)
Javier ‘Bubi’ Sansó
Además de su probada habilidad como regatista, este mallorquín es un experto en hidráulica, energía y electrónica. Javier ha sido, desde 2004, capitán y project manager del Wally ‘Tiketitoo’ y ha elaborado un nuevo barco 100% “limpio”.
Su amplia experiencia compitiendo en todo tipo de embarcaciones incluye varias regatas en Open 60: participa en las Jacques Vabre de 2001 y 2003, la EDS Atlantic Challenge 2001 y la Vendée Globe 2000-2001.
Su éxito más reciente es la Barcelona World Race 2008, donde acaba como primer español clasificado y 4º de la general. Bubi ha cruzado el Atlántico más de 20 veces (5 de ellas en solitario), y en dos el siempre temido Índico.
Así, conoce la competición oceánica a la perfección (en especial las regiones polares) y a todos esos proyectos sigue un gran sueño: la Vendée Globe. Tuvo que retirarse en 2001, pero desde entonces su objetivo es volver a Les Sables d’Olonne y finalizar la prueba más extrema para cualquier navegante.
Samantha Davies
Descubierta por el gran público durante la última Vendée Globe, Samantha Davies –única mujer que participa en esta edición- ya se había hecho un nombre en el circuito. Sobre todo en la costa bretona, su región de adopción. Originaria de Gran Bretaña, supo aprovechar su formación como ingeniero en el Saint-John College de Cambridge para dominar las técnicas de la vela como un verdadero maestro.
Su gran experiencia en la mar le permitió que los amantes de la vela la respetaran plenamente en las regatas oceánicas. Acabó cuarta en la Vendée Globe 2008-2009. Elegida ‘Navegante del año’ en 2009, esta pequeña inglesa se ha forjado una extraordinaria reputación gracias a sus numerosas experiencias a bordo de todo tipo de barcos, sobre todos los mares, y ya tiene a sus espaldas muchas regatas y récords.
Antes de partir:
Javier Sansó, ACCIONA 100% EcoPowered. “El barco y yo estamos a punto y tengo ganas de salir. Espero estar al lado de los Cuatro Magníficos (PRB, Banque Popularie, Macif y Virbac Paprec 3) y ver si podemos aguantar su velocidad. Los dos primeros días sirven como periodo de adaptación. Tendríamos que ceñir hasta el cabo Finisterre. Saldremos con 14 o 15 nudos de viento del Oeste, que subirá hasta 30 nudos durante la primera noche.”
Bernard Stamm, Cheminées Poujoulat. “Intentaré concentrarme en la salida de la regata. Hay algunas cosas frescas que cargar, mis bolsas, porque después a no hay supermercados ni estaciones de servicio. O sea, que no se te puede olvidar nada. Y sé de qué hablo, porque ya me ha sucedido (concretamente se me olvidó una bolsa con chaquetas polares y ropa de abrigo). La última noche antes de la salida no suelo dormir. Pero hay años en los que he estado menos preparado que ahora. Así que todo debería ir bien.”
Jérémie Beyou, Maître Coq.“ La primera noche es un momento agradable. Estás solo, a la caña de tu barco. Aún hay luces, pesqueros, cargueros … Entraremos en la soledad, pero progresivamente.
