EL ESCULTOR BRITÁNICO JASON DE CAIRES TAYLOR, CREADOR DE INSTALACIONES DE ESCULTURAS EN ESTRATÉGICOS LUGARES DEL FONDO MARINO, LLAMA LA ATENCIÓN SOBRE EL BREXIT CON LAS ESCULTURAS DE TRES FAMÉLICOS LEONES
Después de crear el primer parque de esculturas submarinas del mundo en la isla de Grenada, que la naturaleza se encargó de transformar en arrecife de coral, y de realizar el Museo Subacuático de Arte en México, Jason deCaires Taylor está desarrollando el que será el primer museo de arte sumergido del Océano Atlántico en la isla española de Lanzarote, en el archipiélago de Canarias.
Ahora, deCaires Taylor ha realizado una instalación, The Pride of Brexit, con las esculturas de tres leones que parecen a punto de morir, famélicos y exhautos, incomprensiblemente impotentes ante la imposición de un Brexit que esconde inconfesables interesas de grandes corporaciones y potencias extranjeras.
Jason deCaires Taylor ha hecho público un comunicado:
En primer lugar, soy británico y estoy muy orgulloso de mi país, pero después de haber vivido tres años de debate agresivo, divisivo y destructivo, me sentí obligado, como artista, a transmitir mi desesperación ante la situación en la que nos encontramos y crear un Monumento a uno de los eventos más antipatrióticos que Gran Bretaña haya visto.
El The Pride of Brexit (El Orgullo del Brexit) pretende ser una manifestación física de los efectos del Brexit, un momento colectivo de autolesión que se nos ha infligido a través de mentiras y propaganda, financiado por una élite rica e inexplicable.
Los tres famélicos leones enmarcan el Brexit como un acto de flagelación nacional grave. Situadas a orillas del Canal de la Mancha, rodeadas por los icónicos acantilados blancos, están mojados, agotados, demacrados y moribundos. En Londres se erigen como monumentos a nuestros delirios, desfigurados por el lenguaje tóxico del Brexit y sus principales protagonistas.
Vendido a la población para recuperar el control y la soberanía del país, el Brexit nos dividió, amenazó a la Unión de Gran Bretaña, causó daños económicos por valor de miles de millones de libras, debilitó nuestras instituciones, erosionó nuestra fe en los políticos y abrió la puerta a la explotación por grandes corporaciones e inexplicables intereses extranjeros. Ha socavado la reputación del Reino Unido como una sociedad acogedora, abierta y racional y limita las oportunidades para nuestros hijos.
En lugar de centrar nuestra atención en los problemas apremiantes del día: la emergencia climática, la pobreza infantil, la crisis de la vivienda, la importancia de nuestro Servicio Nacional de Salud (NHS), hemos tenido una crisis de identidad nacional que se nos impone. Los tres orgullosos leones británicos solo recuperarán su salud cuando se abandone la locura del Brexit y nosotros, como nación, podamos centrar nuestra atención en los problemas que realmente importan.
