La evolución del Somontano

Vino2

OLVENA 4, BODEGAS OLVENA, HUESCA.
Luis Moreno Buj.

Los viñedos del Somontano de Huesca ocupan una superficie cercana a las 5.000 hectáreas en la llanura que se extiende a los pies del Pirineo aragonés. El clima continental suave de esta comarca viene determinado por la altitud sobre el nivel del mar, que se sitúa entre los 350 y los 650 metros, y por estar protegida de los vientos fríos del norte entre los sistemas montañosos de las cordilleras Ibérica y de los Pirineos.

Este y otros factores, como la buena calidad del terreno, el carácter emprendedor de sus gentes y su experiencia en el trabajo de la tierra, han sido algunas de las claves para la consecución de unas uvas de magnífica calidad, sin las que resultaría del todo imposible elaborar buenos vinos.

Aunque el cultivo de la vid se ha conocido en el Somontano desde muy antiguo, incluso se exportó a Francia cierta cantidad de vino mientras estuvo activa la plaga de la filoxera, la importancia de la industria del vino no había sido tan significativa hasta que se inició el nuevo siglo.

Hay que resaltar el éxito cosechado por esta Denominación de Origen en (un corto espacio de tiempo) pocos años, siendo especialmente llamativo en cuanto ha sido mayor la reputación alcanzada por esta zona vinícola emergente que la de otras con formada tradición enológica.

A finales de la década de 1980, varias entidades públicas, financieras y empresariales decidieron impulsar el sector vinícola aragonés, entonces en recesión, y se decidieron por la comarca de Barbastro. Sorprendió entonces la apuesta decidida por varietales foráneas, plantando todo el viñedo nuevo en espaldera, un sistema considerado revolucionario en la época.

Bodegas Olvena es una empresa que ya se puede considerar como grande. Se fundó en 1999 y trabaja anualmente con un volumen de alrededor de 1,5 millones de kilos de uva. Elabora un blanco seco de Gewurztraminer y unos Chardonnay muy interesantes. En los tintos combinan distintos coupages con varios tipos de crianza en barrica, como el Olvena Hache, hecho con Garnacha y Shyrah; el Olvena On, de Cabernet Sauvignon y Syrah; o el más popular y exitoso Olvena 4 Pago de la Libélula.

El Olvena 4 de 2008 está hecho con Tempranillo, de la que extrae su suavidad; la estructura de la Cabernet Sauvignon; la frutosidad de la Merlot; y la complejidad de la Syrah. Ha permanecido 6 meses en barricas de roble americano. Es de color rojo cereza vivo y brillante. Aroma de buena intensidad a frutillos rojos y fruta negra en compota, como las ciruelas, balsámico, con suaves tonos especiados y tostados. Paladar fresco, goloso, vuelven las sensaciones de fruta ácida y madura a la vez, en un conjunto bien conseguido.

Olvena 4, de 2008: 9 euros

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