Un tinto en la nevera, Daniel Belda Pinot Noir / Fotos: Miquel Francés / StylusVinum /
La Pinot Noir es una vid admirada y deseada porque los vinos que se hacen con ella en su zona de producción originaria, Borgoña, son elegantes y perfumados, de cuerpo medio, con sedosa estructura y evolucionan muy bien a lo largo del tiempo. Pero esta selecta vid no se adapta a cualquier parte, da lo mejor de sí en climas fríos y sus vinos no resultan fáciles de elaborar por lo que, aunque se encuentra muy extendida, no es de las más habituales. Fuera de Francia la podemos encontrar en Alemania, Oregón, California, Australia, Nueva Zelanda, Argentina, Chile y Sudáfrica.
A principios de la década de los 90 Daniel Belda, director técnico y gerente de Bodegas J. Belda, quedó sorprendido con los buenos resultados que obtuvo con las microvinificaciones de las uvas de Pinot Noir de su campo de experimentación, plantado 10 años antes, donde llegó a cultivar más de 80 varietales de uva procedentes de todo el mundo. Plantó una parcela y la Pinot Noir se adaptó bien al terreno, pese a estar trabajada en estricto secano en su finca de Fontanars dels Alforins, ofreciendo poca producción, con la que elabora unos vinos muy diferentes a los de las otras varietales tintas que cultiva.
A finales de agosto Belda comienza la vendimia para vinos blancos, vinos base para cavas y rosados, e inmediatamente continúa con la Pinot. Para mantener fresca la uva y preservar sus aromas frutales cubre de nieve carbónica los racimos en el campo a medida que son recogidos y más tarde, cuando llega a la bodega, realiza una maceración a baja temperatura antes de iniciar la fermentación.
Con la Pinot Noir elabora dos vinos, un espumoso natural joven rosado y un tinto de añada parte del cual tiene una permanencia de tres meses en barricas nuevas de roble francés. El Daniel Belda Pinot Noir de 2011 es de color rojo con tonos teja, abierto de capa y aromas de media intensidad que recuerdan los frutillos rojos y negros, balsámico, con notas florales (violetas), especias (pimienta rosa) y torrefactos. En el paladar se presenta ligero, con tanino muy suave, equilibrado, con correcta acidez, frutoso y amargoso. Un Pinot mediterráneo, con medido extracto, que tiene como resultado un tinto diferente, fácil de beber, idóneo para tomar fresco en cubitera con hielo acompañando unas verduras asadas, conejo con caracoles, marmitako o salmón a la parrilla.
Daniel Belda Pinot Noir 2011: 6 €
