Pasamonte Blanco, Viñedos y Bodegas Vegalfaro. Atípico inicio de vendimia

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Pasamonte Blanco, Viñedos y Bodegas Vegalfaro, Valencia.
Luis Moreno Buj, StylusVinum.

Este mes de agosto que termina ha sido el más bochornoso de los últimos 40 años. Las altas temperaturas y la ausencia de lluvias han adelantado el inicio de la vendimia en la Península Ibérica hasta en 10 días respecto a las fechas del año pasado, y eso que también fue un año cálido y de escasas precipitaciones.

Está siendo un verano atípico, incluso por las noches no se han producido las bajadas termométricas que ayudan a mantener el ciclo vegetativo de la vid. Así que el 10 de agosto, día en que se conmemora el martirio de San Lorenzo -que murió en la hoguera en una parrilla, pidiendo a mitad del suplicio a sus verdugos que le diesen la vuelta, “asado estoy de este lado”- las primeras cuadrillas de vendimiadores cogieron las tijeras para cortar los racimos de Macabeo y Chardonnay destinados a la elaboración de vinos base para Cavas en Requena; de Moscatel en Alicante, Valencia y Málaga; o de Palomino en Andalucía.

En estas circunstancias la determinación del momento de vendimia resulta de crucial importancia ya que la acidez de la fruta puede caer en cuestión de horas al degradarse el ácido tartárico, y los aromas contenidos en los hollejos de las uvas blancas se desvanecen. Según la varietal de que se trate existe mayor o menor margen de maniobra. Las cepas mediterráneas tradicionales están adaptadas a este clima y una vez que se cargan de azúcares todavía tienen unos días en los que continúa la maduración fenólica, pero las castas procedentes de latitudes más altas evolucionan con rapidez y necesitan que se ajuste con mayor precisión el momento de su vendimia.

Rodolfo Valiente realiza un seguimiento periódico de los viñedos de Bodegas Vegalfaro, en Requena, desde el momento de su envero, cuando las bayas verdes de los racimos comienzan a teñirse del color que tendrán cuando estén maduras y tienden hacia al amarillo o hacia el rojo. Se miden valores como el progresivo crecimiento de las bayas, su peso; los ácidos glucónico, tartárico y málico; los azúcares, o el índice de polifenoles totales, entre otros. Este año comenzó a vendimiar la Sauvignon Blanc a mediados de agosto para elaborar su Pasamonte, que completa con un 10% de Garnacha Blanca fermentada en barrica para dar complejidad aromática y volumen en el paladar.

El Pasamonte Blanco de 2011 es de color amarillo pálido, con aromas de buena intensidad, a hierba recién cortada, a plantas aromáticas (manzanilla, eucalipto), floral, y a frutas de hueso, como el melocotón y albaricoque. En boca tiene correcta acidez, es fresco, frutoso, goloso, con un final cítrico que permanece en un largo postgusto. Un Sauvignon Blanc de carácter mediterráneo ligero, fresco, sabroso y equilibrado.

En cambio la actual cosecha es todo un reto para los que hayan vendimiado a tiempo las uvas para blancos, ya veremos los resultados dentro de unos meses. Otra cosa serán los tintos que, aunque la sanidad sea perfecta de momento, habrá que efectuar varias vendimias sucesivas hasta alcanzar una maduración sin verdores en el coupage final.

Pasamonte Blanco 2011: 6 euros
www.vegalfaro.com

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