Las Merindades de Burgos, un destino para descubrir

LAS MERINDADES, BURGOS (1)

Viajar hasta Las Merindades es introducirse en uno de los territorios más hermosos y con mayor personalidad e historia de la provincia de Burgos. Ésta es su comarca más norteña, definida por un paisaje de montañas verdes y angostos valles que lindan con el Cantábrico. De ahí ese clima húmedo que caracteriza su particular ecosistema donde flora y fauna conviven en perfecta armonía. En los entramados rocosos de Sierra Salvada destaca el monumento natural del Monte de Santiago, dominado por un frondoso hayedo que llega hasta un espectacular anfiteatro rocoso por el que, en épocas de deshielo o de fuertes lluvias, se precipita en una cascada de casi 300 metros de altura. Y los Montes de la Peña, lugares perfectos para la cría de aves de gran porte, como el Buitre Leonado y el Águila Real, todo un anfiteatro natural tapizado por un frondoso bosque caducifolio donde crecen los robles, hayas y quejigos.

LAS MERINDADES, BURGOS (3)Las Merindades no sólo sorprende y enamora por su paisaje: la historia también conserva las huellas de su pasado, de las que hoy hace alarde esta comarca. Es el caso de los Dólmenes de Busnela, Porquera y Huidrobo, megalitos repartidos por todo el territorio de Las Merindades. También los romanos dejaron su herencia: es el caso de la calzada de Irús o el puente de Agüera.

En su geografía también son numerosas las construcciones religiosas, como la Iglesia de estilo románico de San Pedro de Tejada, construida durante el segundo tercio del siglo XII. Esta es una de las mayores obras de importancia de este tipo de arte en la provincia de Burgos, destaca por su sencillez y elegancia de los relieves de la Ascensión y de la Última Cena. O la Ermita de San Pantaleón de Losa, consagrada en 1207 y a la que le rodean un puñado de misteriosas y esotéricas leyendas entre las que destaca la del Santo Grial, por lo que se le considera un templo templario.

Y aún queda patrimonio para descubrir, ya que Las Merindades concentra el mayor número de torres y castillos de toda la comarca, fortalezas que protegían los señoríos de los nobles durante la Baja Edad Media. Destacan algunos como el castillo de Los Velasco, en Espinosa de los Monteros, la torre de Berberana o la torre de Quintana de Valdivielso, entre otras.

LAS MERINDADES, BURGOS (4)Uno de los vestigios históricos más destacados y de mayor reclamo que se conserva en Las Merindades es el complejo kárstico de Ojo Guareña. Un monumento natural de casi 100 kilómetros de extensión que, con el paso de los siglos, el hombre ha ido ‘decorando’ hasta conformar lo que hoy se conserva en su interior. Es uno de los pocos lugares del mundo en donde se puede seguir con claridad la evolución de las creencias religiosas desde el Paleolítico hasta nuestros días. Esta gran gruta está considerada como el conjunto de cuevas más extenso de la Península Ibérica y entre los diez mayores del mundo.

Y si el viajero se ha quedado maravillado por el paisaje, por su historia y por su patrimonio, ahora le toca enamorarse e impregnarse con sus pueblos y sus gentes. Existen cuatro rutas con las que descubrir los cientos de pueblos, aldeas y villas de esta comarca: Montija, Valle de Mena y Losa; otra que recorre toda la zona de Espinosa de los Monteros; una tercera que revela el territorio de Medina de Pomar y Villarcayo; y, por último, la que desvela Valdivielso y Tobalina.

LAS MERINDADES, BURGOS (2)Entre sus núcleos urbanos destacan cuatro villas, que atesoran una densa historia y un rico patrimonio artístico, como son Frías, un municipio medieval que se encuentra situado en la parte abrupta del cerro de La Muela, presidida por un original castillo. Si a esto le sumamos lo peculiar de sus casas colgadas, los restos de sus numerosos edificios religiosos y la huella de su judería encontramos el panorama perfecto para una escapada.

Para contemplar un paisaje fresco, alegre y siempre verde, nos trasladamos hasta Espinosa de los Monteros, una villa de carácter montañés con una arquitectura repleta de casonas y torres señoriales. Cuenta la historia que de esta localidad son oriundos los legendarios Monteros Reales, los Guardias de la Cámara Real. Continuamos el recorrido para llegar a Villarcayo, situado a orillas del río Nela. Esta localidad es uno de los destinos idóneos para pasar el verano donde, además, se pueden visitar las casonas solariegas blasonadas por grandes escudos.

Y no podíamos irnos de esta comarca de Las Merindades sin visitar Medina de Pomar, un municipio que se ha convertido en un interesante conjunto urbano para el viajero. La que fue capital de Las Merindades, abre las centenarias puertas de su muralla para dejar ver las estrechas callejuelas de trazado medieval que atesoran sólidos edificios, torres defensivas e iglesias románicas.

En definitiva, un destino para descubrir con los cinco sentidos y dejarse impregnar por su verde paisaje, sus historias y leyendas pero, sobre todo, de sus gentes.

Compartir
Share on FacebookTweet about this on TwitterShare on LinkedInEmail to someone

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *

Puedes usar las siguientes etiquetas y atributos HTML: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <strike> <strong>