El río Ebro abraza la finca Viña Lanciano en un meandro majestuoso cuando pasa por el término de Fuenmayor, entre los límites de la Rioja Alta con la Alavesa. En la ribera interior quedan 72 hectáreas de viñedo de suelo de cantos rodados que las raíces de las vides han de profundizar para llegar a un sustrato más fértil.
De aquí salen los vinos más modernos y actuales de Bodegas LAN, como son los Viña Lanciano, Culmen y LAN a Mano, mientras que la línea más clásica está representada por los LAN crianza, reserva y gran reserva, un nombre que procede de las iniciales de las tres provincias que forman parte de la Denominación de Origen Rioja: Logroño (hoy La Rioja), Álava y Navarra.
Aunque toda la vendimia que se realiza dentro de la finca Viña Lanciano se realiza de forma manual, en el caso del LAN A Mano el proceso artesanal comienza a mediados del verano cuando se descarga a las cepas de un buen número de racimos para, semanas más tarde vendimiar efectuando una segunda selección, despalillar en la bodega y volver a elegir grano a grano, en cinta de selección, toda la fruta con la que se hará este vino.
La Tempranillo es la protagonista con un 85%, junto con las Graciano (10%) y Mazuelo (Cariñena), que se vendimian en pleno sazón, sin llegar a sobremadurar y en las que se puede practicar una larga maceración del 
vino con los hollejos por su excelente calidad. El proceso de crianza también es algo particular, primero el vino finaliza la fermentación maloláctica en barricas nuevas de roble francés durante 6 meses. Después de esta fase continúa otras 16 semanas en barricas nuevas de roble ruso, donde acaba de armarse y al final se embotella sin filtrar ni clarificar, sólo se ha decantado de manera natural.
El resultado es un tinto denso, de color rojo picota de capa alta que conserva todavía tonos violeta en su ribete, con una lágrima densa que tiñe la copa. El aroma es intenso, a fruta negra bien madura (ciruelas, moras, grosellas), con recuerdo a especias y torrefactos, mineral, balsámico, lleno de matices. En el paladar tiene volumen, con cuerpo y taninos rotundos, es carnoso, equilibrado con buena acidez, elegantemente amargo y con largo final. Le vendrá bien algo más de tiempo en botella. Un vino para disfrutar de él en la cata, al gusto americano, pero también un vino con empaque y gran presencia en la mesa, ideal para acompañar carnes rojas asadas o a la brasa.
LAN a Mano 2010: 25 €
