El Muvim tuvo el honor de mostrar la mirada del fotoperiodista García Poveda sobre La Havana. Cuatro años después recoge el testigo el Centre Cultural La Nau, pero con cambio de protagonista. Ahora toca disfrutar de “La Valencia de El Flaco”. Un retrato visual de más de 300 instantáneas que componen una completísima crónica social de tres décadas. Carmen Pastor / StylusArt /
“¡A la calle! que ya es hora de pasearnos a cuerpo y mostrar que, pues vivimos, anunciamos algo nuevo”. José García Poveda (Mula, 1950), Pepe para muchos y El Flaco para la mayoría, utiliza los versos de Celaya musicados por Paco Ibáñez para resumir la esencia de su nueva exposición en el Centre Cultural La Nau. Lo hace ante un nutrido grupo de periodistas en la presentación de la muestra y horas después, ante centenares de invitados y autoridades, se atreve incluso a entonarlos.
El Flaco elige estos versos porque el grueso de la muestra es un testimonio visual de los 80 y los 90, unos años que el fotoperiodista califica de esperanzadores. Y lo explica así: “Salíamos de la caspa de la dictadura, de una dictadura muy dura, estábamos en la calle y la cultura también. Claro que es una exposición nostálgica. Aquellos años eran otra cosa, ¡eran ilusión!, y las caras de la gente lo dicen todo”.
El Flaco ha vaciado su ingente archivo analógico para componer un relato visual de Valencia orquestado en tres décadas, una “visión personal y subjetiva de esta ciudad y de su gente”, explica. Una crónica tan extensa que no cabía ni en la sala más grande de la Nau (la sala Acadèmia) y que para no dejar a nadie fuera ha obligado a exponer parte del relato de todos esos años a través de proyectores.
“La Valencia de El Flaco” se distribuye en cuatro secciones (Cultura, Política, Noche y Ciudad) y se construye principalmente a través del testimonio de los miles de personajes públicos y anónimos que han pasado por su objetivo desde que a principios de los 80 se comprara una vieja Zenit soviética que “era como una piedra, pero la más barata del mercado”.
Un auténtico Quién es quién de la cultura, la sociedad y la política cuyo autor parece tener el don de la ubicuidad. Nada escapa a su disparo, llega a todo y no se pierde una. Desde el sarao más divertido o la exposición más esperada hasta la manifestación más agresiva. Sin olvidar su mirada más comprometida, su atención a las reivindicaciones sociales, a las que su cámara siempre ha acompañado.
Una mirada que ayuda a entender una ciudad que muchos amamos y detestamos a partes iguales. O desiguales, según el día. Y que como apunta Antonio Ariño, Vicerrector de Cultura e Igualdad de la Universitat de València, ha permitido “levantar acta de la realidad de una ciudad desde una dimensión antropológica”.
El relato de la exposición acaba en 2004, pero el Flaco amenaza con una nueva entrega, con la que se inicia a partir del salto al mundo digital, la que no se ha cocido en el cuarto oscuro donde se formó y que tanto añora, “echo mucho de menos tocar la foto, nunca va a ser igual…”. Pero seguro que no defrauda. Y mientras llega, disfruten de la actual, vale la pena.