CLOS MOGADOR

EXPRESIÓN DEL PRIORAT, por Luis Moreno Buj.

Cada vez está más próximo el 11º Encuentro Verema de 2012, que tendrá lugar entre los días 24 y 25 de febrero, en el Hotel Balneario Las Arenas, en Valencia. La agenda de este año se presenta atractiva, pero todavía recuerdo algunas catas de la edición del pasado año, cuando se celebró su décimo aniversario, organizadas de forma impecable. Hubo algunas en las que se pudo disfrutar con algunos vinos míticos, como el Château Pétrus de 1971 o el Château d’Yquem del 89. Otra de las presentaciones que también causó expectación fue la cata vertical que ofreció René Barbier con algunas añadas de su Clos Mogador que fueron desde la más reciente de 2006 a la de 1998.

René Barbier tiene nombre de vino. Su familia se dedica a la vitivinicultura desde antaño y cuando la filoxera arrasó el viñedo francés en las postrimerías del siglo XIX se trasladó a Tarragona, donde fundó una bodega que, después de una larga serie de avatares, pasó a ser propiedad de un conocido grupo empresarial. Años después René se decidió a hacer vino en una comarca denostada para la producción de vinos, como entonces era el Priorat, donde se instaló en 1979 y adquirió una pequeña finca. Allí coincidió en el tiempo con Carles Pastrana (Clos de L’Obac), Josep Lluís Pérez (Clos Martinet) y Dafne Glorian (Clos Erasmus), a quienes más tarde se uniría Álvaro Palacios (L’Ermita). En las primeras cosechas compartieron instalaciones de vinificación, incluso llegaron a embotellar el mismo vino con sus respectivas etiquetas. Demostraron que aquella era una comarca destinada a producir grandes vinos, y que la Cabernet Sauvignon podía dar buenos resultados.

Sin embargo cada cosecha se ha ido dando mayor protagonismo a la Garnacha; la Syrah ya se encontraba allí desde hacía más de 80 años dando buena calidad; y la Cariñena plantada en terrenos pobres ha ido demostrando su valía. Pero René dice que ‘si comenzara hoy su proyecto probablemente sólo trabajaría con varietales mediterráneas’.

El Clos Mogador de 2006 fue el primer ‘vino de finca’ de Cataluña, dentro de la DOQ Priorat. Es de color granate, de capa media, con ribete de tonos violáceos. En la nariz se muestra de intensidad moderada, muy cerrado, es un vino que necesita mucho tiempo para abrirse y desprender su gran complejidad y elegancia aromática que recuerda los frutos rojos y negros maduros, el sotobosque, es balsámico, mineral y especiado. En la boca es serio, con fortaleza, muy frutoso, la fruta casi se puede mascar. Es equilibrado, estructurado y carnoso, tiene un agradable amargor, con taninos perfectamente maduros y un final largo y persistente.

En los vinos con más edad fueron apareciendo los aromas terciarios y se mostraron más redondos. El más viejo fue el de la añada de 1998, que aguantó bien el paso del tiempo, con un color granate de capa media y ribete teja. Aromas de buena crianza, con recuerdos a frutos secos y pasificados, como los orejones y los higos, a cueros, cacao, es balsámico y mineral. Con una entrada de boca suave, muy sedoso, goloso, amargoso, profundo y mineral. Vinos ideales para acompañar un estofado de conejo con caracoles, como reconoció que hacía, cuando tenía ocasión, uno de los improvisados compañeros de cata.

Clos Mogador 2006: 60 Euros

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