Clos Cypres, Celler Costers del Priorat.

SORPRESAS EN EL PRIORAT, por Luis Moreno Buj.

A finales de los años 80 hubo un pequeño grupo de visionarios (José Luis Pérez, Carles Pastrana, Álvaro Palacios, René Barbier y Daphne Glorian) que creyeron en la potencialidad de una tierra olvidada y seca, con unas cepas de Garnacha y de Cariñena retorcidas de puro viejas, vestigio del esplendor enológico que los monjes cartujos dieron con anterioridad a la comarca del Priorat, en Tarragona, durante la Edad Media. Veinte años después son casi un centenar las bodegas adscritas a su Consejo Regulador. Hablar del Priorat actual es evocar magníficos vinos, poderosos, balsámicos, minerales y densos, algunos de ellos dotados de una personalidad extraordinaria que se manifiesta de manera principal en el paso de boca. Una de las empresas más destacadas de los últimos tiempos es el Celler Costers del Priorat, donde elaboran vinos de gama media que compiten con sus buenas puntuaciones en las guías especializadas con los de gama superior. Este es el caso del Pissarres, un vino corpulento, profundo, con recuerdos a frutos negros bien maduros y notas licorosas, a grafito y a tostados, con un paladar estructurado, bien equilibrado, con unos taninos bien redondeados. Quizá su éxito esté en la poca producción, en la selección de racimos, o en haber acertado con el clon adecuado de las varietales foráneas plantadas durante estos últimos años. Pero lo que marca la diferencia, que sitúa a los mejores vinos de esta pequeña zona vinícola al nivel de fama mundial, es el suelo pizarroso llamado localmente “llicorella” -fragmentos descompuestos de pizarra de color pardo- en el que las viñas viejas hunden sus raíces en busca de nutrientes, para transmitir a los vinos la esencia irrepetible de este terruño. De entre las 20 hectáreas de viñedo de la finca que Costers del Priorat posee en el término municipal de Bellmunt destaca la Parcela del Ciprés por la calidad de sus uvas, con las que elaboran el Clos Cypres, su vino más destacado. Está hecho con Garnacha, Cariñena y Cabernet Sauvignon, es de color negro, con tonos azulados, intenso de aromas, especiado, mineral, frutoso, envolvente. En boca es sabroso, carnoso, expresivo, magníficamente equilibrado, con una acidez tan agradable como sorprendente.

Pissarres 2007: 13 euros
Clos Cypres 2008: 21 euros

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