Entendido como una moda o como una necesidad de luchar contra la falta de promoción artística a través de canales convencionales, la realidad es que la autoedición se ha convertido en un fenómeno en auge. Y en ese resurgir del fanzine, en soportes evidentemente renovados, nace Bizco Books, una pequeña editorial independiente que pretende dar salida a proyectos artísticos experimentales en formato fanzine con tiradas cortas y limitadas.
La eclosión del fanzine poco tiene que ver con su orígenes. Los clásicos DIN A4 doblados y grapados han evolucionado hacia estándares más actuales y conceptualmente se ha alejado del pasado ligado a movimientos underground y contraculturales. Aún así siguen siendo un reflejo de la cultura social, aunque que ahora generalmente se ofrecen como objetos singulares, casi de culto, destinados a paladares curiosos. Para Mati Martí (Valencia, 1969), fundadora de Bizco Books, en un momento de crisis como el actual, la autoedición “es una forma de reinventar el mercado y que las facetas artísticas no se pierdan. Hay proyectos muy buenos y, aunque en ocasiones se parezcan en exceso porque está todo excesivamente globalizado, la gente tiene buen gusto e ideas interesantes que de esta forma encuentran salida”.
Martí (cofundadora de LemonArtStudio) lleva años dedicada al diseño gráfico y acaba de aterrizar en el mundo de la autoedición, un sector que le fascina pese a las dificultad de abrirse camino en un mercado en auge, pero minoritario. La clave, dice, está en conseguir distribución y, sobre todo, en ofrecer proyectos atractivos: “hay magazines que tienen una buena distribución, pero no funcionan porque no acaban de ser un buen producto en contenidos y en estética, que hoy en día también es un reclamo importante. Hacen tiradas de 800 ejemplares y no venden más de 100 con una red de distribución nacional muy importante. Sin embargo propuestas que no tienen una red tan eficaz han triunfado gracias al boca a boca, que ha hecho que pasen de editar 100 o 200 unidades a 1.000. Y es porque tienen un concepto de idea muy bruto que empatiza directamente con la gente”. Por eso Bizco Books nace con intención de apostar “por ideas potentes, aunque no tengan una solución gráfica especialmente atrayente, que la idea esté por encima del continente”.
Con esta premisa Mati Martí decidió arrancar Bizco Books experimentando consigo misma y el primer proyecto editorial lleva su sello. Habitar 52 es una propuesta fotográfica resultado de su proyecto final del Máster en Fotografía Arte y Técnica UPV. Un proyecto de un año (52 semanas), dos personas, un perro, un único espacio (su casa) y siete cámaras diferentes (una Nikon D300, una Fujifilm instax 120, un Iphone 4, una Canon AE1, una Sony HDR-CX 190F, una Zenza Bronica ETR y una Hasselblad XPAN II).
Habitar 52 bebe de autores como Jan Dibbets o Román Opalka y en general del arte conceptual de los 60 y los 70, un movimiento del que a su creadora le interesa “que se se trabajaban ideas que te llevaban a un fin, como si fueran proyectos de investigación. De hecho, el contenido es mucho más potente que el continente, que es super austero y reductivo, también siguiendo la línea de aquellos años en los que no se pretendía nada más que vivir el proceso, vivir la experiencia”.
Y la experiencia no es otra que dar respuesta a una necesidad de frenar, de parar y analizar el día a día: “llevamos una vida excesivamente trepidante y eso nos impide ser conscientes de las pequeñas cosas cotidianas, pero interesantes, que ocurren a diario”. El análisis de esa cotidianidad se plasma en un fanzine numerado de 50 ejemplares que consta de un plano guía y diferentes soportes:
· 5 fanzines en impresión digital
· 4 posters en impresión offset
· 2 bolsas con 25 fichas 120x120mm y 22 postales 170x100mm en impresión digital y encuadernación tornillo
· 3 puntos de lectura en impresión digital
El proyecto arranca un mes de agosto con Acto Vital, un análisis sobre un hecho rutinario: comer. Cada día de ese mes la autora hizo una foto del plato al acabar la comida. “El proceso de serializar y crear una fórmula me ayuda a estar más presente observando el momento y lo hace más real” explica Martí. Con ese mismo objetivo trabaja temas como el consumo (serie de foto-bodegones de la compra diaria), el tiempo (fotografías de un reloj al salir y al llegar a casa), las relaciones (fotos del habitar convertidas en postales que envía a diario a su propio domicilio estableciendo así una relación diaria entre el destinatario y el remitente) o la luz (una cámara fija en el pasillo que dispara cada cuarto de hora desde que amanece hasta que anochece).
A través del autorretrato, Martí reflexiona sobre la vivencia emocional del día a día. Planta la cámara en un punto concreto de la vivienda con un flash frontal y un automático para disparar. “Al llegar a casa me hacía un autorretrato lo más neutro posible y en el diario hacía un barrido del día, una evaluación”. A partir del resultado de esa evaluación, exhibe dos copias de cada autorretrato y en una de ellas sobrepone un círculo, un triángulo o un cuadrado, tres formas geométricas básicas que equivalen a tres estados emocionales. De esta forma, explica, “se crea un juego de comparación entre la imagen proyectada y la real”.
El ocio y en concreto el ocio asociado al consumo de televisión es otro de los temas de reflexión. Martí dedicó un mes a grabar en vídeo todas las horas de televisión consumidas a diario. El siguiente mes analizó el material y de cada día eligió un personaje: “hago un salvado de pantalla, imprimo la foto y con ella hago un avión de papel y escribo un apunte personal. Es un guiño a la manipulación de la televisión”, explica.
En Habitar 52 también hay espacio para el juego, para la diversión y la experimentación. Por ejemplo, para Espacio tangible, Mati Martí llenó la casa de globos de látex transparentes de 24 cm de diámetro. Una performance para la que necesitó la ayuda de dos compañeras del Máster y según cuenta “nos dedicamos a vivir con tanta intensidad la acción que casi se nos olvida hacer fotos”.
Cada mes de Habitar 52 tiene una historia, una experiencia diferente que su creadora recomienda descubrir con la vivencia personal, abriendo cada paquete, cada póster, cada librito, cada serie de fotos unidas por un clavo o atadas con una cinta de papel… Y no hay que buscar conclusiones. Las propias, la autora las guarda en su habitar. Y las ajenas, evidentemente, son libres.
El recorrido de Habitar 52 pasa ahora por la distribución a través de Belleza Infinita y está previsto que se incluya en una exposición colectiva en la sede de Almagro de la galería de arte contemporáneo Fúcares. Además, Mati Martí lo ha enviado a diferentes publicaciones especializadas y se incluirá en el catálogo de Zines of the zone, una curiosa propuesta nacida en Nantes (Francia), una librería ambulante que recorre Europa: “se dedican a recopilar fanzines de todo el mundo y crean un circuito europeo para todo el año. Allá donde van alquilan un bajo tres días y ni se compra ni se vende, sólo se exhiben obras que de otra forma llegarían a muy poco público”, explica Martí.
Mientras el proyecto se mueve, Bizco Books sigue creciendo. Están acabando la webshop y preparando un nuevo proyecto firmado por Lola Gallent (Máster en Fotografía Arte y Técnica UPV) que, como detalla Martí, “tiene que ver con la fotografía estenopeica, la geometría, la luz, el tiempo y el minimalismo. Es un proyecto muy interesante y plásticamente me encanta, muy mínimal, muy blanco, pura geometría”. Y por supuesto, Bizco Books está abierto a estudiar todo tipo de propuestas creativas que se pueden enviar a mira@bizcobooks.com. “La idea es seguir editando fanzines, pero cada proyecto tiene su lenguaje y requiere su suporte, por tanto si por ejemplo vemos que hay que hacer un esfuerzo e invertir en un foto libro, lo haremos”, concluye Martí.
