Ya ha finalizado el verano, pero aún podemos disfrutar unos días de calor en muchas zonas del Mediterráneo… Por eso, he decidido hacer esta receta, “Tarta Alaska” o “Baked Alaska”, aunque también se puede hacer en cualquier época del año / Texto y fotos: Elvira Soler / www.elrincondulcedeelvi.es /
La Baked Alaska -también conocida como “Omelet Noruego” y “Omelet Sorpresa”, o en francés como “Glace au four y Omelette à la norvégiemme- es un postre a base de helado colocado en un molde que contiene capas de bizcocho y helado cubierto de merengue.
La tarta se introduce en el horno a gratinar durante un par de minutos, o bien se le pasa la llama de un soplete de cocina durante el tiempo suficiente como para que quede firme el merengue y se tueste ligeramente. Éste actúa como un eficaz aislante y evita que el calor llegue hasta el helado durante este breve período de tiempo.
Su nombre fue acuñado en 1876 en el restaurante Delmonico´s, de Nueva York, en honor al entonces recién adquirido territorio de Alaska por los Estados Unidos de América. El 1 de febrero se celebra en EE.UU. el día nacional del Baked Alaska.
Una de las versiones de su origen dice que durante la presidencia de Thomas Jefferson se sirvió en un banquete efectuado en la Casa Blanca en 1802, helado envuelto en una masa caliente.
Un postre similar al Baked Alaska fue creado por el físico estadounidense Benjamin Thompson Rumford, que tenía un gran interés por la gastronomía y realizó varios inventos relacionados con ella. Como resultado de su interés en investigar la resistencia de las claras de huevo batidas al calor y sobre la base de un principio que consideraba que la clara de huevo batida era un mal conductor de calor, creó en 1804 un plato que denominó “Omellete Surprise”.
El 6 de junio de 1866 apareció en el periódico francés Liberté, una columna de Leon Brise, un escritor especializado en gastronomía, que insinuaba que el Baked Alaska fue introducido en Francia por el chef Balzac. Cuentan que un cocinero chino que venía con una delegación que se hospedó en el Gran Hotel de París, enseñó a Balzac a preparar un helado envuelto en un hojaldre crujiente al horno.
Otra historia cuenta que en 1867 el chef francés del restaurante Delmonico´s en Nueva York, Charles Ramhofer, creó un nuevo pastel para celebrar la adquisición del territorio de Alaska por parte de los Estados Unidos. La compra, negociada con Rusia por el senador William H. Seward, fue firmada el 18 de octubre de 1867. Lo más probable es que Ramhofer tenga el mérito de haberlo hecho popular.
Jean Giroix, chef del Hotel de París en Montecarlo, Mónaco, lo llamó en 1895 “Omelette á la norvégienne” (Omelet noruego), y también contribuyó a su popularidad.
La receta del Baked Alaska, apareció publicada por primera vez en 1896 en The Original Fannie Farmer 1896 Cookbook escrito por Fannie Farmer.
Pero vamos ya con la receta.
INGREDIENTES
Para el bizcocho:
- 150 ml de aceite
- 150 gr de azúcar
- 150 gr de harina
- 1 1/2 cucharadita de levadura química
- 3 huevos medianos
- 1 cucharadita de pasta de vainilla
Para el relleno:
- 1/2 Kg de helado de fresa
- 1/2 Kg de helado de chocolate
- 1/2 Kg de helado de vainilla
Para el merengue:
- 4 claras de huevo
- 220 g de azúcar
Para flambear:
- 100 ml de ron
ELABORACION:
Cubrimos un bol de unos 20 cm de diámetro con film transparente. Lo rellenamos con cucharadas de helado hasta que esté totalmente lleno. Nivelamos la parte superior, lo cubrimos con film y lo metemos en el congelador.
Preparamos el bizcocho: precalentamos el horno a 180ºC y engrasamos un molde de 20 o 22 cm (no puede ser más pequeño, aunque sí más grande, ya que luego lo podemos igualar). Tamizamos la harina con la levadura química y reservamos.
Por otro lado batimos el aceite, el azúcar y los huevos hasta que estén bien integrados. Incorporamos la harina y batimos a velocidad baja. Añadimos la vainilla y mezclamos hasta que la masa esté homogénea.
Vertemos la masa en el molde y horneamos durante 25-30 minutos o hasta que los bordes del bizcocho se separen ligeramente del molde y al introducir un palillo este salga limpio.
Desmoldamos cuando el bizcocho esté templado al tacto y dejamos enfriar por completo sobre una rejilla. Una vez frío, si hubiera crecido por el centro, lo igualamos. Podemos empaparlo con ron, si queremos que tenga aún más “chicha”.
Si es necesario, porque el molde fuera más grande que el bol del helado, cortamos los bordes del bizcocho del mismo diámetro. Lo disponemos sobre un plato. Volcamos el helado sobre el bizcocho y retiramos el film transparente. Reservamos en el congelador.
Por último, vamos a preparar el merengue suizo. Calentamos las claras con el azúcar al baño María sin dejar de remover, hasta que la mezcla alcance los 50-55ºC. Pasamos esta mezcla a un bol y la montamos a punto de nieve con una batidora de varillas.
Decoramos la tarta con el merengue ayudándonos de una espátula. Calentamos el ron en un cazo y, cuando empiece a humear, lo vertemos sobre la Alaska y le prendemos fuego con un mechero para que se flambee. Servimos de inmediato
NOTAS:
El bizcocho se puede hacer a mano, no es necesario una batidora.
Si no os gusta el ron, podéis optar por tostar la Alaska con un soplete de repostería o, más fácil aún, en el grill de vuestro horno durante un par de minutos.
Lo mismo que los helados, pueden ser de los sabores que más os gusten.
Espero que os animéis hacerla, es fácil y tiene muy buena presentación. Y mucho cuidado con que no se os chamusquen las pestañas al flambear con el ron…
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Debe de estar buenisimo y la combinacion de helados me encanta.