La Conservera
Dirección: Literato Azorín 18, Valencia
Teléfono: 697 819 192
Ruzafa, barrio ‘de moda’ en la ciudad de Valencia, donde nos reunimos, curiosos gastronómicos, valencianos nacidos y criados, jóvenes con inquietudes y maduros con intereses / Texto y fotos: Paula Menéndez / Imagen superior: Hueva de merluza /
Hace un año la ‘Pescadería Pepe’, típica pescadería de barrio que llevaba el pescado directamente de la lonja de pescadores a su mostrador de mármol, se convirtió en ‘La Conservera’, donde sus propietarios, Laura y Carlos, han hecho una apuesta pasional hacia las magníficas conservas de pescado de nuestro vecino más Atlántico, Portugal.
El local es un lugar curioso y atrayente… atípico. Entramos. El mar nos inunda…, el puerto y la lonja parecen estar bajo nuestros pies. Rodeados de nudos marineros y un banco de peces nadando sobre nuestras cabezas… Nos acercamos a su barra de mármol y nos llama la atención las latas de conserva, parece que hemos vuelto a la España de los años 60.
Sentémonos, y comprobemos qué nos dice su carta.
Pequeña, sencilla y clara. Su producto son las conservas portuguesas. Y eso es lo que encontramos. Eso sí, diez tipos diferentes de pescados, aparte de los mariscos, ensalada y algún que otro postre que se deja caer de manera discreta.
Nos dejamos guiar. Primera parada: caballa entera en aceite y trucha ahumada en aceite, acompañado de vinho verde.
Vayamos por partes: buen producto, se aprecia la calidad del pescado y la forma de tratarlo, una presentación sencilla. Centrémonos en su sabor… llama la atención la trucha ahumada, muy particular.
El vino que nos acompaña, vinho verde, es un vino tranquilo, suave, con ligera acidez y una cantidad de carbónico que lo hace frizzante, perceptible, con una aguja agradable. Debe tomarse muy frio (eso le faltó); y por otro lado, servido en vaso de cristal y no en la copa adecuada para apreciar sus aromas.
Segunda parada: filetes de atún en aceite con tomillo y paté de huevas de merluza, en compañía de un vino tinto de la península de Setúbal, Autocarro nº27 (2012).
Las conservas de nuevo muy correctas, podemos confirmar que nuestros vecinos lusos lo hacen bien. Con una estética retro cuidada, que por otra parte debe ser la original. Curioso el paté de huevas de merluza, sabor suave y fino. Y los filetes de atún al tomillo fueron un buen broche para cerrar el apetito.
Nuestro compañero tinto Autocarro nº27 (2012): variedades de uva: Aragonez, Cabernet Sauvignon y Touriga Nacional, con ligera acidez, no permanece en boca, un vino jovial, agradable, que combina correctamente con las conservas que nos ofrecen, ya que no es un vino con mucha estructura, no ha pasado por barrica.
En líneas generales nos quedamos con una sensación agradable, por lo cenado y por el trato amable. Ambiente de una conservera portuguesa, teniendo ese concepto claro no nos llevaremos ninguna sorpresa al ver que en su carta es el único producto que se ofrece. Los vinos servidos, sencillos y correctos, sin pretensiones.
¿Momento para disfrutar del lugar? Como aperitivo, para abrir boca antes de una comida, para un almuerzo diferente o una cena ligera, agradable y rápida.