Sara Janini celebra sus 15 años como fotógrafa profesional con “Fotografías”, una exposición en la Fundación Frax de L’Alfàs del Pi, en Alicante. Una retrospectiva que permite al visitante sumergirse en el universo de esta fotógrafa autodidacta apasionada por los viajes y la imagen.
Sara Janini (Cádiz, 1970) invita al espectador a viajar por los cinco continentes. En 1999 decidió abandonar un prometedor futuro como economista para dedicarse a ver la vida a través de un visor y desde entonces ha recorrido medio mundo. Nada más abandonar su trabajo, se fue tres meses a África y volvió con una maleta repleta de fotos con las que conquistó a la revista Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Madagascar fue su primer destino. Un viaje de prueba que acabó convirtiéndose en una relación laboral de varios años que le permitieron aprender a moverse sola por el mundo y a aunar sus dos pasiones: “fotografío para viajar y viajo para fotografiar”.
Pero su inquietud detrás de la cámara iba más allá de retratar paraísos. Se autodefine como fotógrafa callejera y amante de los reportajes. Por eso, sea cual sea el objetivo inicial de un trabajo, siempre busca “buenas historias con factor humano detrás, poder retratar personas que necesitan ser escuchadas”. Y eso hace que su obra esté plagada de imágenes conmovedoras.
Su obsesión por las crónicas humanas le ha llevado a trabajar en territorios poco amables. Ha estado en campos de refugiados de Siria, ha recorrido el Cáucaso y ha vivido el difícil día a día de los palestinos. Precisamente de Palestina son buena parte de las fotografías de la exposición. Las hizo en 2010, pero la situación actual en Gaza tras la última ofensiva militar de Israel es muy similar a la que ella vivió. De aquella experiencia resalta la vitalidad de los palestinos, “un pueblo expuesto siempre a la arbitrariedad y vejación de cualquier soldado israelí. Y aún así siguen viviendo con bastante entereza y sentido del humor. Algo que choca mucho, sobre todo si piensas que esa situación límite dura más de 50 años y no parece que vaya a haber nunca una solución”.
Dos meses intensos de los que destaca el compromiso con la libertad de los habitantes de la localidad cisjordana de Bilin. Desde hace años, viernes tras viernes, se manifiestan contra el muro construido por Israel en territorio palestino. O la historia de una mujer palestina de la zona musulmana de Jerusalén que vivía con sus hijos enfrente de su casa, pero en plena calle. “Un día los soldados israelíes les desalojaron y su hogar fue ocupado por una familia judía. Al marido lo encarcelaron por resistirse. Es una historia increíble, pero al mismo tiempo muy del día a día”.
De Gaza también recuerda el impacto que le produjo ver a decenas de niños recogiendo escombros para venderlos por un puñado de céntimos. “Lo que sacan de allí se convierte después en material para reconstruir casas, hospitales o colegios. Gaza es como una cárcel, no pueden comprar nada fuera”.
Sara Janini ha trabajado para prestigiosas publicaciones, revistas de viajes y diferentes ONG (Elle, Woman, El País, El Mundo, Unesco, Viajar, De Viajes, Lonely Planet, Paisajes, World Heritage Magazine, Amnistía Internacional, Médicos del Mundo…). Asegura que en cada trabajo pone el mismo entusiasmo, pero siempre intenta elegir los medios que se preocupan por la calidad, la estética y el contenido. Y especialmente los que arriesgan a la hora de publicar un buen reportaje.
Sus primeros pasos en el mundo de la fotografía los dio con una vieja Nikormat heredada de su padre, cámara que machacó hasta que pudo comprarse una Nikon F2. Ahora su equipaje incluye siempre una Canon 5D Markt II, una Leica M9 y para temas muy puntuales gasta una Hasselblad de medio formato aún de carrete.
De una archivo de 15 años es difícil elegir una imagen preferida, pero finalmente se decanta por el retrato de una niña de la tribu Himba de Namibia. Y lo hace por “esa mirada tan increíble de dignidad apabullante” y sobre todo por la repercusión que tuvo. Amnistía Internacional la eligió como cartel en una subasta que luego se vendió muy bien en una campaña para evitar una lapidación. Y añade un reportaje, el de los sin techo de Vigo y Valencia para Médicos del Mundo.
Son sólo dos ejemplos de su pasión por los temas sociales, historias que no siempre tienen fácil salida y para las que ha encontrado la fórmula para hacerlas visibles. Desde hace un tiempo comparte esos relatos en forma de blog junto a la periodista de El País Almudena Ávalos.
FOTOGRAFÍAS se puede visitar hasta el 5 de octubre en la Fundación Frax de L’Alfàs del Pi (Alicante). Después, Sara Janini sueña con viajar a sitios lejanos como la Antártida y planea volver a África en cuanto se lo permita un interesante proyecto sobre estaciones de tren abandonadas del que aún no puede desvelar muchos detalles.
